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Afortunadamente para ellos, no tuvieron que cocinar, puesto que no había nada de comida en el departamento, así que tuvieron que decidirse por comprar comida a domicilio. El problema era que Olivia quería pedir algo que a Bucky le gustara, pero este no estaba dispuesto a pedir algo para él.
─Por última vez, Barnes, solo pide algo que quieras─exclamó exasperada. Tenía demasiada hambre y él no se decidía.
─No lo sé─contestó por tercera vez. Le frustraba no tener la voluntad para decidir algo tan simple, pero nunca le habían dado esa opción.
─Okay─suspiró rendida. Tendría que tenerle paciencia si realmente quería ayudarlo─. ¿Qué te parece... comida china?
─Si─asintió. Nunca la había probado, pero si eso era lo que ella quería, entonces eso tenía que ser.
─¿Seguro?─Bucky asintió de nuevo─. Okay, voy a pedirla─prendió su teléfono y abrió Uber Eats─. El baño es la puerta de la derecha─le señaló la puerta con la mano sin levantar la vista ─. Ve y toma una ducha en lo que llega la comida, puedes dejar tu mochila en el cuarto─Bucky volvió a asentir, y sin decir una sola palabra se dirigió a la ducha.
Olivia se volvió a sentar en el sillón e hizo el pedido de comida al local chino más cercano.
Miró su teléfono con dudas, sin saber muy bien si era buena idea llamar a Tony, pues no sabía que debía decirle.
Tenía que admitir que hablar con él la asustaba, las cosas habían estado tensas desde lo sucedido con el Mandarín y Killian. Además, pensar en contarle la verdad sobre sus padres le generaba pánico.
Finalmente, se decidió y buscó el contacto de su hermano. Pulsó el número que tenía agendado como "rico rico puerto rico" y Tony contestó luego del tercer timbre. A diferencia de lo que creía Olivia, no parecía alterado.
─¿Debería estar enojado porque me mintieras y me ignoraras por 4 días? ─fue lo primero que dijo─. No sé por qué no me sorprende─murmuró del otro lado del teléfono, pero Olivia pudo escucharlo─. Solo quería saber que estuvieras bien.
─¿Estás ebrio? ─preguntó, intentando ocultar el sentimiento de culpa que crecía en su interior.
Bucky, que apenas estaba logrando descifrar cómo funcionaban las regaderas modernas, se alarmó al escuchar la voz de Olivia. Pegó su oreja a la puerta, con miedo de que hubiera llamado a alguien para capturarlo.
─Un poco, tal vez, pero no necesito estar ebrio para preocuparme por ti─respondió un poco dolido por su acusación─. Eres mi hermanita.
─Lamento no haber ido a hablar contigo, Simon necesitaba mi ayuda para algo del trabajo─mintió no muy convincentemente, pasando una mano por su cabello suelto.
