Capítulo 5: La famosa "Sala de Reuniones"
Una vez estoy de pie, caminamos los dos por el pasillo, se podría decir que casi hombro con hombro, pero no porque nosotros lo hayamos decidido así es más porque no tenemos otra opción si queremos ir al lado del otro en este aglomerado pasillo, supongo que es lo que quiere, porque yo desde luego es lo que quiero.
La verdad es que no estoy muy segura, ni soy muy consciente de lo que ha pasado desde que he llegado esta mañana y soy aún menos consciente si cabe de la situación en la que me encontraba apenas unos segundos. Si la analizo bien es un poco de chiste, pero yo sinceramente no sé lo que pensar, un chico al que solo creo haber visto una vez y del que apenas recuerdo su nombre y no creo que él me conozca, me ha ayudado a recoger el desastre en el que me encontraba, me ha ayudado a levantarme y no sé si me lo ha pedido o me lo ha ofrecido pero el caso es que voy andando a su lado ahora mismo.
Otra vez sin previo aviso, se gira y empieza hablar, como siga haciendo eso me va a dar un infarto:
-Bueno creo que no me he presentado todavía, soy Diego, mis amigos me suelen llamar "D", y ¿tú?
Diego, que nombre tan perfecto.
-Yo soy Audry, algunos me llaman Aud.
No me parece bien decir "mis amigos me llaman Aud", más que nada porque ahora mismo, no tengo.
-Ya nos habíamos visto ¿verdad? Es que me suena muchísimo tu cara.
Así que se acuerda de aquella vez, pensaba que no se había dado cuenta ni de mi mera presencia, a lo mejor me estuvo prestando más atención de la que yo pensaba.
-Sí, le digo, en el campeonato de natación del año pasado, creo.
Añado ese creo ahí, no porque no esté segura sino porque no quiero parecer obsesionada o algo así.
-Ya decía yo que te había visto antes.
Esbozo una sonrisa a modo de respuesta.
Se produce un silencio, breve, y a mí no me parece un silencio incómodo, pero en seguida se rompe:
-Así que Audry, me gusta, es original. En plan no lo digo como cuando dices eso porque el nombre es horrible y no sabes que decir, lo digo en serio, es especial. No es español ¿no?
-No, le contesto medio riéndome.
- Pero tú eres española ¿no?
-Sí, jaja.
Me mira y sé perfectamente lo que quiere. La historia de dónde proviene mi nombre, así que empiezo:
-Era el nombre de mi abuela, ella no era de aquí, era de un pueblecito de esos perdidos en medio del campo, en Inglaterra. Dicen que me pusieron su nombre porque me parezco mucho a ella, en los ojos y en la sonrisa, aunque no sonrío mucho.
-No me lo creo.
-¿El qué?
-Lo de que no sonríes mucho, no has parado de sonreír desde hace cinco minutos y no creo yo que sean las ganas de ir a la "charla".
Claro que no es por la charla pienso.
No me había dado cuenta pero estamos entrando por la puerta de "La Sala de Reuniones". Como se pasa el tiempo cuando no vas sola, bueno como se pasa el tiempo cuando vas con él.
De repente me mira, y me mira fijamente y noto como me sonrojo ¡qué vergüenza! Y de nuevo sin previo aviso empieza a hablar, yo le mato: