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❛ mi piel está hecha de vidrio, pero aparentemente está manchada porque notas todas las grietas, pero no puedes ver mi dolor ❜
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𝟏𝟔𝟕 𝐇𝐎𝐑𝐀𝐒 𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒
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En una de sus tantas vueltas por el recinto, el mesero que te había atendido en tu llegada se volvió a topar contigo. Esta vez no le rechazaste la copa, ni tampoco el halago. Su estadía a tu lado demoró más de lo normal y antes de que pudieras empinarte la segunda copa, una mano detuvo tu brazo.
━Es temprano para marearnos ¿no crees?
Hubieras preferido encontrarte con el tirano de tu jefe que con el dueño de esa voz y esos ojos que tanto escupían fuego cuando eras tú a quien miraban.
━Es todo por aquí, compañero ━se dirigió al mesero━. Ella está casada y con uno de los grandes, yo no te lo aconsejaría.
━Suéltame, Kihyun ━pediste, sin rodeos y sin ocultar el disgusto que su presencia te provocaba.
━¿Por qué no te está cuidando tu esposo? ━preguntó y se burló al mismo tiempo, una vez que el empleado de la fiesta se alejó.
Rechinaste los dientes y apartaste tu brazo de su mano.
━Yo no necesito que alguien me cuide.
La risa que dejó salir te causó nauseas y de no ser porque eras una diputada rodeada de gente, lo hubieras golpeado.
━Hoy es una noche especial ¿que no te lo dijo Changkyun? ━tu ceño se frunció━. No lo arruines. Te lo pedimos todos, no solamente yo.
Comprendiste su énfasis en el todos y ninguna palabra salió más por tu boca. Kihyun volvió a su habitual sonrisa altanera, luego de acomodar los bordes de su saco rayado.
━Después de perder el tiempo, iré a disfrutar mi noche ━comenzó a alejarse de ti━. Le aconsejo haga lo mismo, diputada.
Maldito engreído. Maldijiste para tus adentros.
Esperaste hasta que te diera la espalda y entonces te tomaste el trago de una sola. El alcohol sabía fatal. Rancio y amargo. No entendías cómo existía gente que lo disfrutaba tanto. Por supuesto, no fue suficiente y te arrepentiste demasiado de haber dejado los cigarrillos en casa.
Caminaste entre las personas, saludando a unas cuantas e ignorando a otras. Poco a poco te fuiste relajando, y la gente también se fue acabando. El lugar parecía una prisión rectangular. No había balcones, ni segundos pisos. Todo era plano, aburrido y sofocante. Debido a eso, no dudaste en cruzar la primera salida que hallaste.
