Demencia

Capítulo 10 - Presentación

Otros diez minutos pasaron en breve y la puerta se vuelve abrir y con el sonido de la campanilla, da paso a otra persona. Este era un chico corpulento a diferencia de Keylor que es más delgado, a simple vista se puede diferir que es un tipo atlético.

—Al parecer Agnis es el siguiente.

A mi lado, Keylor se levantó de su asiento y pronunció esas palabras mientras hacia una seña para que se acercara aquel tipo.

—¿Ese es Agnis? ¿Cómo supiste que era él?

Según yo, nadie se conocía o sabia la apariencia de nosotros.

Todo siempre fue anónimamente, aunque Keylor siempre mostraba fotos suyas, cuando era un adolescente obvio está.

—Conozco la apariencia de todos, después de todo uno de mis pasatiempos es espiarlos.

Una oscura sonrisa se formó en su rostro que momentáneamente me hizo sentir escalofríos.

Apartando mi mirada de Keylor, miro adecuadamente a Agnis. Era de aproximadamente 1.90 cm con un color de cabello castaño y piel bronceada. Su vestimenta es lo que se esperaría de un tipo atlético, un short deportivo con una sudadera negra.

— ¿Son Zack y...?

—...Keylor.

Termine su oración, después de todo la apariencia de Keylor se podría decir que es irreconocible.

— ¿Y por qué está vestido así? Desde la entrada parecía un vagabundo.

Bueno, no está tan lejos de serlo.

— ¿Por qué tardaste tanto? Llevamos varios minutos esperándolos.

Keylor que ya había vuelto a su asiento, empieza a cuestionar a Agnis mientras lo señala con la cuchara del café.

—Quedamos que nos reuniríamos al medio día ¿no? He llegado a la hora exacta, eres tú el que vino muy temprano.

— ¿No has escuchado en la escuela que siempre debes llegar minutos antes?

—La verdad que sí, pero solo un tonto seguiría al pie de la letra lo que le dice alguien. Al final lo que cuenta es que la persona llegue a la hora. He llegado y eso es lo que importa.

—Es verdad, pero hay una palabra la cual es: consideración.

— ¿Con esa apariencia que me traes, alguien sería considerado contigo?

— ¡Deja de criticar mi forma de vestir! Tu mente solo ve los estándares tuyos, por eso no te deja ver más allá y notar mi estilo.

— ¡¿Qué has dicho?!

Notando que las cosas iban por mal camino decido intervenir.

—Chicos tranquilos, si hacen un alboroto nos sacaran de la cafetería.

El hecho de porque no había intervenido mucho antes, era porque la interacción entre ellos era muy normal. Cada vez que coincidían en una reunión de chat, casi siempre peleaban. Y al ver como se desarrollaba la situación, me hizo sentir que no podría ser muy diferente la forma de cada uno de la cual tenía una impresión.

—Es bueno conocerte Zack, aunque creo que necesitas dormir adecuadamente.

—Haha, tienes razón. No he podido dormir mucho los primeros días después de lo sucedido, pero ya estoy empezando a dormir mucho más.

Mi apariencia no era la mejor tampoco, solamente vestía jeans grises con una casaca negra. Al mismo tiempo también se me habían formado ojeras por la falta de sueño y había perdido el apetito por lo cual estaba algo pálido.

—Entonces solo faltaría Alice ¿no?

Alice era una practicante que estaba encargada en investigar lo sucedido en la universidad. Ella era una aspirante a pertenecer al FBI o eso nos dijo y como llegamos a contactar con una persona como ella, fue algo inusual. La que sabía de ella era Keylor que fue el encargado de buscar a personas con algún odio contra la universidad y en una de sus tantas búsquedas dio con Alice. Su padre trabajaba como agente del FBI y en una de sus misiones particulares, la cual era investigar al director de la universidad por tráficos de niños. Cuando al fin encontró las pruebas suficientes para que sea encarcelado, hubo un accidente automovilístico donde oportunamente murió.

Luego de saber su pasado, Keylor le habló de nuestro plan y ella aceptó unirse con la condición de matar al hijo del director. Porque lo más obvio, fue que el mismo director halla mandado a silenciar a su padre.

—Ya debe estar llegando.

Y con ello la campanilla vuelve a sonar donde una hermosa chica de cabello castaño entra.

—Al fin llega...

Keylor a mi lado suspira, al parecer también conocía la apariencia de Alice.

— ¡Por aquí!

Keylor se vuelve a levantar de su asiento mientras llamaba la atención de Alice.

—Vas a asustarla con tu forma desagradable de vestir.

Agnis se sienta a mi lado apartando la silla lo más posible del lado de Keylor.

—No esperaba que fuera alguien tan linda.

La apariencia de Alice era la de una belleza, se podría decir que era mayor al promedio. Vestida con una chaqueta de cuero y unos pantalones que hacía resaltar su delgada cintura. Si, era visualmente atractiva.

—Perdón por la tardanza, salí un poco tarde de mi casa.

Pronunció Alice mientras se acomodaba el cabello.

Keylor por otro lado dijo:

—No te preocupes, toma asiento, a diferencia de ciertas personas, tu si encajas con la palabra: considerada.

Alice solo sonrió sin poder entender a lo que se refería Keylor y tomó asiento.

—Bueno, es bueno por fin conocerlos supongo.

Dijo Agnis mientras cruzaba los brazos y cerraba los ojos que al parecer estaba cansado.

—Bueno, ¿sería bueno presentarnos?

Sugerí ya que, aunque nos habíamos conocido mediante chat, se podría decir que en la vida real éramos desconocidos.

—Estoy de acuerdo.

—Por mí no hay problema.

—Adelante, empieza.

Escuchando la confirmación de cada uno, fui el primero en hablar:

—Soy Zack y la persona cual planeó todo el incidente.

Terminando mi sencilla presentación, miré a Agnis para que continuara.

—Mi nombre es Agnis y me encargué de los tipos de seguridad del incidente.

Agnis seguía con sus brazos cruzados y miró a Keylor para que siguiera.

—Agnis, haces una expresión demasiada desagradable ¿sabes? Sin embargo, dejando eso de lado. Keylor a sus órdenes, me encargué de reunirlos y de manipular las cámaras de seguridad, alarmas, energía y demás en el incidente.

Tan enérgico, Keylor termina su presentación mientras miraba a Alice aunque sus ojos estaban siendo ocultados por su cabello, pero la intención se entendía.

Alice entonces suspiró y comenzó a hablar:

—Soy Alice y me encargué de recopilar los testimonios de los que pudieron sobrevivir al incidente. Mucho gusto conocerlos al fin.

Ella habló pausada y tranquilamente y con ello, la presentación había acabado.

Ahora era momento de hablar sobre el motivo por el cual nos habíamos reunidos.