LAUREN
Termino de revisar algunos contratos de la fábrica que dirijo junto a mis hermanos, que aunque no son de sangre, los considero mi familia. Hace cuatro años que tenemos la empresa textil, y surtimos a la mayoría de las tiendas del pueblo y muchas ciudades de Inglaterra. Con Julián he criado a Antonella de la mejor forma posible para que sea una niña educada y con buenos valores. A eso me he dedicado desde que salí de Italia, a mi hija, a mi trabajo y ayudar a los niños del orfanato; de ahí en más no hay nada que me importe.
Salgo de mi despacho y encuentro a Antonella entrando sonriente a la casa sola. Frunzo el ceño y voy hacia ella, que al verme pega un brinco del susto.
—¿Qué hacías ahí afuera a estas horas, Antonella? —Pregunto con las manos en la cintura en modo de regaño, no me gusta que salga luego de las cinco sin compañía.
—Nada mami. —Dice inocentemente con las manos entrelazadas.
Está mintiendo.
—¿Nada? —Entorno los ojos de forma sospechosa y ella niega con la cabeza.
—Nada, solo veía el jardín un ratito, te avisé que saldría. —Responde y yo camino hacia la entrada para ver hacia afuera. No hay nadie por los alrededores.
—No escuché... ¿Y por qué sonreías tanto?
—Porque toqué una mariposa muy bonita. —Asiento no muy convencida y la cargo en brazos para llevarla a su habitación. Ya pesa bastante, dentro de poco no podré cargarla.
La dejo sobre su cama, que al igual que todo su cuarto, tiene temática de unicornios, y rebusco en su armario para encontrar la ropa que se pondrá hoy.
—Hoy es la fiesta del tío Leo, ¿verdad? —Pregunta a mis espaldas y yo asiento. —Quiero vestirme de color negro.
Me detengo en seco y volteo a verla extrañada. Nunca se ha vestido de negro antes.
—¿De negro? ¿Para que quieres vestirte de negro con tantos colores lindos qué hay en tu armario? —Ella se encoge de hombros y se levanta para venir a mi lado y buscar conmigo.
—Aquí no hay nada de ese color. —Hace puchero y mira al suelo entristecida. Mi corazón se oprime al verla así, no me gusta que esté triste, así que se me ocurre algo.
—Ven conmigo, mi cielo, mamá solucionará ese problema. —Extiendo mi mano para que la tome y caminamos hacia mi habitación.
—Veamos que tenemos por aquí. —Digo pensativa al abrir mi armario; busco la más pequeña de mis blusas negras y la saco. Antonella da muchos saltos emocionada al verla y siento que me derrito. La sonrisa de mi hija es lo más hermoso que he visto en mi vida.
Volvemos a su habitación, dejo la blusa en la cama y me dirijo al baño con ella para tomar una ducha juntas como tanto le gusta. Luego de jugar con el agua y el jabón un rato, comienzo a limpiarla bien, y me centro en quitar el tinte de cabello que se quedó en su manitas. Esta mañana he cambiado de look, por sugerencia de Julián, así que me corté el cabello hasta los hombros y lo teñí de negro. Me gusta como me veo, resalta mucho con mis ojos verdes.
Salimos del baño, y luego de secar el cuerpo de Antonella, le coloco mi blusa. Ella se carcajea al ver que le queda un poco ancha y hasta las rodillas.
—Mami, esto me queda muy grande. —Dice entre risas, yo sonrío y hago señas para que espere. Voy a su armario y tomo un cinturón plateado antes de regresar. Rodeo su cintura con él y lo cierro, logrando que se haga una forma bonita, un poco abombachada arriba y suelto debajo.
—Listo, ahora sí queda bien. Usarás esto hoy, mañana compraré ropa negra para ti. —Digo y ella mira su atuendo complacida.
—¡Eres la mejor mamá del mundo! —Exclama y me abraza fuertemente. Al separarnos ella se queda mirando mi cuello y luego levanta la vista a mis ojos moviendo muy rápidamente las pestañas.
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Torna a Casa (+18)
Mystery / Thriller(SEGUNDO LIBRO DE LA BILOGÍA "VENGANZA") La sangre llama, el rencor permanece latente, y la sed de venganza es más fuerte que nunca.