↳◜OO1| Suicidio

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Tsuna está muy agradecido con su intuición, porque está siempre lo alerta de algún mal hacía él o hacía su preciada familia y así él puede correr a salvarlos.

También agradece que le advierta de algún ataque sorpresa de Reborn o de alguna herramienta descompuesa de Lambo.

Y está mañana, que Tsuna de estaba levantando para la escuela, su intuición le alertaba algo muy malo y desagradable. No sobre un golpe de su tutor o de alguna travesura de su guardián más joven, tampoco de Gokudera o Takeshi viniendo a recogerlo; sin embargo si sentia la presencia de todos ellos.

Natsu ronroneo y se rasco en la pierna del castaño, cuando esté ya las tenía afuera de la cama, solo y sin moverse, seguía sintiendo esa sensación burbujeante en su estómago, como que algo problemático vendría. Se preparó.

Nada ni nadie de aproxima, así que lo más probable es que me esperen abajo

—Vamos Natsu, hay que ver qué quieren decir los chicos—anima el moreno y sale de la habitación junto al felino.

Él no quizo cambiarse la pijama, simplemente salió así pues tenía también la sensación de que hoy no iría a la escuela y eso que era Lunes, y Reborn odiaba las faltas.

Tsuna fingió demencia y avanzo a la cocina para servirse un vaso de leche al menos antes de la charla, ignorando las miradas de sus amigos sobre de él en todo momento. Si iba a estar un buen rato ahí, explicando algo molesto de su pasado, preferiría estarlo ya desayunado. Bueno, si se consideraba un desayuno Galletas y leche.

—Bueno, los escucho—dijo el décimo.

Sin embargo, de todo los temas que Tsuna podía esperar que su familia tratara, jamás se espero "ese" en específico. Lo había dejado hasta el rincon de su mente y en el lugar más oculto de su clóset (literalmente) y decidieron hurgar, violar su privacidad sacando a la luz un asunto que por su salud mental, había decidido olvidar.

—Nos explicarás esto—

Y todavía le reclaman con miradas de seriedad, esperando que explique por qué tiene una carta de suicidio de hace años, lo cual ellos no saben, más ignoran todo como siempre y lo vuelven a mirar entre preocupados y enojados.

Tsuna inicia con un largo suspiro—¿Porque buscaste otra vez entre mis cosas? Reborn, dijimos que, después de aceptar ser el décimo, dejarías de revisar entre mis cosas algo con lo cual chantajearme para ser el jefe. Ahora que lo soy, no tienes porque hacerlo

Los ojos onix lo observan sin decir nada, pero cambia su expresión a molestia.

Tampoco los ojos chocolate se apartan de su tutor, solo los guardianes pueden sentir la tensión en esas miradas y sorprenderse de que su jefe siga sin hablar.

—Entonces no dirás nada—

—No. Hasta que me digas la razón del porque estuviste hurgando en mis cosas— replicó Tsuna cruzando ahora los brazos y acabandose de beber su vaso de leche.

—¿Retando a tu tutor?—

—Tomalo como quieras, pero en serio no hablaré de eso a menos que me des un por que—

Natsu sube junto a su amo y se acuesta, apoyando su cabeza en las piernas del moreno, es como comienza un nuevo silencio.

—Solo estaba buscando que no hayas ocultado otro de tus exámenes que reprobaste—explica el ex arcobaleno sin molestarse en explicar eso.

—No voy a preguntar como sabes que reprobé un exámen, pero aún así no te da derecho, habíamos hecho un trato Reborn, creí que los mafioso como tú no rompían promesas.—Tsuna acaricia a Natsu, quién entre más y más tiempo, las llamas de su melena se hacen más fuertes e intensas.

Secretos que no imaginasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora