Secretos que no imaginas

↳◜OO9| Guía

—¡Es imposible! ¡No lo admito!

Grito Kawahira en medio de la habitación de Tsuna, una vez que amaneció.

El muchacho había despertado ante el escándalo hecho por el hombre sin comprender el porque

—¿Que es imposible?— preguntó aún medio dormido, tallando sus ojos en busca de que no fuera un sueño— Buenos días por cierto

—Que estés enfermo, es imposible — volvió a decir en un intento de enfado, está más bien preocupado

—Ah...¿Podrías bajar un poco el volumen? Vas a despertar a mis guardianes

—Muy tarde — murmuró Mukuro, alojado en el sofá del otro lado de la pared  que separaba su cuarto con la sala con la televisión.

Tsuna le dirigió la mirada más molesta que se pudo permitir aún dormido y cansado. Ayer, después de levantarse en la madrugada e ir al cuarto del moreno, se quedaron más tiempo platicando despiertos, lo que explicaba su cansancio, pero Kawahira había hecho tal escándalo que despertó al guardian que tiene el sueño más pesado.

—Tengo que ver a Yuni y saber si ella pudo ver su tenias la  enfermedad en el futuro

—De... acuerdo — responde, pero el hombre ya no se encontraba en su habitación

Y luego ambos volvieron a dormir, no muy contentos de ser despertados por lo que parecía ser una exageración para Checkerface. Pero además de todo eso, Tsuna deseaba postergar la preocupación para más tarde en el día, la noche y la plática con su familia le sirvió precisamente para dejar el miedo, para después juntos afrontarlo con más tranquilidad, así que él no estuvo feliz cuando el hombre se lo recordó desde muy temprano.

Era más del medio día, al rededor de la 1:30 pm cuando los chicos comenzaron a despertar uno a uno. De la noticia había olvidado que era fin de semana, así que no hubo tanto problema hacer pijamada y despertar hasta tarde, solo que sus estómagos rugían en protesta.
Así que poco a poco se fueron levantando, todos con un poco de pereza y con su cabello desarreglado, exceptúando por Chrome, quien ella se había levantado un poquito antes para arreglarse, ya estaba levantada, en la entrada, mirando a los chicos despertar.

Gokudera se levantaba del suelo, enojado por perder contra Yamamoto, quien durmió en el sillón continuo a la cama de Tsuna. Afortunadamente era temporada de calor, así que que no murió de frío. Chrome, por cierto, durmió con sus propias cobijas en la misma cama que el castaño, cortesía de él. Mientras que Mukuro, Ryohei y Hibari durmieron en la sala de a lado, la de videojuegos y la cual solo tenia un sillón, que Mukuro ganó.

—Desayunemos algo ligero, igual pronto será la hora de comer— dijo Tsuna entre un bostezo

Sorprendentemente Ryohei no corrige al moreno, usualmente siendo él quien insiste mucho en lo saludable e importante que siempre debe ser el desayuno, pero parece a favor de ignorar ese hecho por hoy y continúa entregándose a la somnolienta mañana.

—Cereal entonces— comenta el peli violeta y todos la miran incrédulos, un poco molestos por no verse afectada por madrugar—¡Apúrense!— entonces les ordenó y nadie replicó, ni siquiera tuvieron las energías para eso y bajaron al comedor.

Ya estaban los chicos comiendo su cereal, callados en un silencio cómodo y procesando el trauma de haberse despertado, cuando Takeshi desea preguntar al mirar al moreno.

—¿Cómo te encuentras hoy, Tsuna?

Ya que todos ayer lo habían visto muy asustado para explicarlo en palabras, y ellos anoche hicieron lo que pudieron, esperan haber sido de ayuda.