Capítulo 6

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⚠️Advertencia ⚠️
Este capítulo podría tener spoilers del manga, leer bajo su propia consentimiento.


-¿Se le perdió algo, (T/N) Evans? - lo sabía, estaba jodida.

¿Cuándo fue que el hombre que le llegó a tener cariño por el simple hecho de ser su compañero, resultará ser una criatura que podría hacerle daño cuando se le pegará la regalada gana? No lo sabía y tampoco preguntaría pues parecía que su voz desapareció de la nada, como si sus cuerdas vocales fueron arracandas y no le diera chance de hablar fuerte o gritar.

-Y tan bien que me caía señorita, no se preocupe, haré que su muerte sea rápida para que no sienta tanto el dolor - unas sombras aparecieron de la nada aprisionandola y notando el cambio físico que estaba teniendo el "mayordomo" - fue un placer conocerla.

¿Ese sería su fin? No sabía cómo sentirse, a pesar que su cuerpo no le respondía por la presión de esas sombras, dentro de ella sentía un gran temblor que no podía emitir afuera. Las lágrimas brotaban por el miedo y de no poder estar más con las últimas personas que más apreciaba, Grell, Madame Red y Ciel, esperaba ya su muerte imaginandose todos los escenarios posibles que podría hacerle.

-¡Sebastian! - el grito del menor detuvo el acto de las sombras negras, los varios ojos fuscia que decoraban esos mismos humos oscuros se enfocaron en dirección a la oficina - ven acá.

Y tal como si fuera un perro obedeció, pero no sin antes de tomar de nuevo su forma humana acercándose a la chica que fue liberada, sus modales no se quedaron atrás, la levantó del piso con delicadeza pero aún así no se "liberaba" del todo. Cuando estuvo de pie, el azabache pasó su brazo derecho por la cintura de la joven y con la otra mano sacó un cuchillo de plata posicionandolo en el cuello de ella, llevándola hasta el Phantomhive.

-Alguien escuchó nuestra conversación joven amo, ¿qué debería hacer contigo? - su voz burlona no ayudaba para nada en (T/N).

-P..por fa..favor..n..no me mates, n..no d..diré na..nada pero no me mates - no pudo ocultar por mucho más el miedo y las lágrimas eran demasiadas que le impedían hablar.

-Oh, tranquila, claro que no dirás nada ¿y te digo por qué? - el filo del cuchillo hizo más presión en el cuello sintiendo como un hilo de sangre empezaba a derramarse - porque usted ya no estará en este mundo.

-Yo no te he dado esa orden maldito - la voz enojada de su amo lo detuvo otra vez, el único ojo que tenía descubierto transmitía un odio hacia el hombre -, tarde o temprano ella se enteraría. De una vez te digo que no le podrás hacer ningún daño a (T/N), si me entero que lo hiciste, olvídate de nuestro contrato y no importará mi parte. Es una orden Sebastian

-Pero joven a—

-Dije, que es una orden, Sebastian - habló más fuerte Ciel quitándose aquel parche que cubría su ojo derecho mostrando una marca estilo pentagrama sorprendiendo a la femenina.

-Yes My Lord - cumpliendo con esa nueva orden, soltó a Evans que apenas dejó de sentir ese cuchillo se tiró al suelo de rodillas tocando su cuello en busca de algún otro corte provocado pero solo tuvo uno ligero - perdón por mi atrevimiento, señorita Evans.

-Déjanos solos, necesito hablar con ella - Ciel no apartó su vista ante el mayordomo, estaba muy serio así que debía ser algo muy importante. Antes de retirarse cargo a (T/N) al estilo nupcial y la dejó en la silla que había también en el lugar, ella no quería ni verlo, eso lo entendió y para no quitar más tiempo salió - perdón por eso.

-¿Por qué? - susurró por lo bajo.

-Eres alguien especial para mí, no dejaría que ese demonio te hiciera d--

Cheri Cheri Lady |Sebastian Michaelis X Lectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora