Capítulo 10

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Un día nuevo llegaba para los ciudadanos de la hermosa Londres, incluyendo a un aristócrata del mal o más bien conocido por ser el Perro Guardián de la Reina. Cuando tomó aquel título tenía nada más que diez años de edad y actualmente tenía doce y pronto cumpliría los trece, que rápido ha pasado el tiempo.

Ese mismo niño se encontraba durmiendo en sus cómodas sábanas disfrutando de su sueño, aunque no duraría mucho pues sintió como los rayos del sol golpearon su rostro avisando que ya había amanecido y el debería levantarse. Abrió sus ojos de manera lenta para acostumbrarse a luz que inundaba en su habitación para luego mirar a dos adultos que ya conocía.

El mayordomo preparaba el té mañanero mientras que la ama de llaves vestía al joven Conde. El reloj de arena llegó a su límite a lo que el "hombre" de ropas oscuras sirvió en una taza aquel líquido caliente para dárselo a su amo en lo que la mujer acomodaba las sábanas donde recientemente el niño se había levantado de su descanso.

Han pasado ya casi tres años desde que el Phantomhive regresó después del ataque misterioso a la Mansión, dejando sin vida a muchos de ahí incluyendo a él antiguo Conde junto con su esposa, solamente Ciel sobrevivió aquella atrocidad tomando el puesto que dejó bacante su progenitor y hasta la fecha cumplía bien con su papel, para algunas personas era un niño de admirar pero para otros era un renacuajo de quien deshacerse, aunque claro, no lo lograban su objetivo.

Y como no, hace casi tres años que empezó un cortejo entre un Michaelis y una Evans, actualmente llevan dos años de noviazgo. Así es, hace dos años el mayordomo le propuso ser su novia y prometida a lo que ella aceptó, ya luego veremos como fue aquel día pero por ahora concentrémonos en la actualidad.

-Para el desayuno de hoy se ha preparado salmón ahumado y ensalada de menta, puede acompañarlo con una tostada, bizcocho o champagne. ¿Qué prefiere? - preguntó la ama de llaves

-Bizcocho - contestó aún con una voz perezosa.

-Después del desayuno tiene clase con el profesor Yug en liderazgo, después del almuerzo tiene una cita con el señor Chlaus - informó el mayordomo.

-Si, había recibido una llamada de él en Italia, si, consiguió dejar los usuales inconvenientes y nos contacto. Al parecer tiene una considerable cantidad de problemas está vez - se burló el pequeño Conde.

Apenas la mujer terminó de colocar el parche en el ojo al niño, esté probó el aroma que emitía el té que cargaba en su mano.

-Este aroma... ¿Earl Grey? - preguntó intentado adivinar lo que era.

-Como siempre Joven amo, ha acertado - halagó el varón.

-Estaremos esperando en el comedor - y dando una leve inclinación, los dos mayores se dirigieron hacia la puerta.

Pero no olvidemos como es Ciel Phantomhive, al tener cerca suyo unos dardos decidió agarrar uno para tirarlo hacia la cabeza de su mayordomo más el susodicho lo agarró antes de que pudiera lograrlo algo que decepcionó al niño.

-¿Le sucede algo? - preguntó con diversión el azabache.

-Los juegos se darán más tarde pequeño - le siguió con la burla su compañera.

Ambos adultos se voltearon a ver a su joven amo, tal vez los años pasaron pero Sebastian seguía igual de siempre, unos que otros cabellos más largos pero seguía igual. Mientras que el tiempo si le hizo efecto a la Evans pero para bien, su estura seguía normal, sus atributos ya eran de toda una dama; nada exagerado pero si adecuados para su edad. Pero lo que más relucía de ella era en sus dedos, un anillo con un rubí siendo el centro de atención, su anillo de noviazgo y compromiso.

Cheri Cheri Lady |Sebastian Michaelis X Lectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora