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—¿Cuánto tiempo estarán fuera?

Agregué un poco de mantequilla a mi mezcla de harina, algo de cacao en polvo, azúcar y una pizca de sal, comencé a mezclar todo con los dedos, tratando de ser cuidadosa y de evitar que se derramara por los bordes de mi recipiente.

—Puede que unas dos semanas, ya sabes que a tu padre le encanta ir a la playa.

Cuándo tuve una mezcla similar a la arenilla café, usé agua helada para formar una masita bien compacta.

—Lo sé, espero que no terminé rojo como un camarón de nuevo

Escuché a mi madre suspirar.

—No entiende.

Puse la masa en el refrigerador mientras tomaba otro bowl para hidratar la grenetina y tenerla lista para el mousse.

—Me da gusto que disfruten de su tiempo juntos, por favor, solo tengan cuidado.

Ella soltó una risa.

—Más bien, la que debería tener más cuidado eres tú, aún si es solo un resfriado, no es muy común que te enfermes. 

Cuándo mi mama dijo eso, la culpabilidad se sembró en mi mente.

El hecho de haber hablado con todos sobre mi fobia y no haber dicho nada a mis padres me tenía un poco inquieta, pero en vista de los acontecimientos de la semana, estaba segura de que era una pésima idea hablar con ellos por llamada o mensaje.

Lo mejor era esperar.

Me sequé las manos y me apoyé en la barra, esperando que mi madre me escuchara bien por el altavoz.

—De hecho, me he cuidado mucho — Dije — He hecho muchas cosas diferentes y ¿Sabes algo? Todo lo que estoy logrando no hubiera sido posible si tú y mi papá no me hubieran dado la oportunidad de vivir sola. 

Ella guardó silencio unos segundos, como si mi declaración la hubiera tomado por sorpresa.

—Oh, May — La imaginé por un momento conmovida — Suena a que tenemos mucho de qué hablar.

—Si, hay mucho de qué hablar.

—Bueno, estaré esperándolo con ansias mi niña, me da gusto saber que estás bien.

Deseaba en el fondo, que mis palabras calmaran a mi madre y la hicieran ver que, pese a todo, me encontraba de maravilla.

Luego de terminar la llamada, engrasé un molde desmontable con mantequilla y harina, saqué la masilla del refrigerador y la estiré sobre la mesa hasta crear una fina capa para mi molde.

Usé un palillo de dientes para perforar la masa y le puse papel aluminio con algunos garbanzos crudos encima para hacer peso y evitar que mi masa se esponjara, estuvo en el horno durante una hora y cuándo comprobé que estaba bien blandita y cocida, la dejé enfriar en el refrigerador.

Metí mi grenetina al microondas unos segundos y la deje aclimatarse un poco.

Para el mousse, mezclé yemas de huevo, licor de menta y una combinación de colorante verde, azul y blanco para crear un bonito color aqua, en otro recipiente batí la nata y la deje bien esponjadita y cremosa.

Cuándo conseguí la consistencia que quería, agregué la grenetina derretida a la mezcla y la integré sin prisas, no quería que perdiera su volumen.

En otro traste, batí las claras de huevo hasta formar picos firmes y con movimientos envolventes comencé a agregar la mezcla de menta hasta conseguir lo más cercano a la textura de una nube, la coloqué encima de la costra de cacao que había preparado previamente y le puse chocolate amargo rallado por encima, para dejar una bonita capa del dulce,

La Florería De La CuadraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora