Ya me encuentro entre las sabanas en cama de Nick.
Nick está en un sofá de su habitación, duerme plácidamente, en cambio yo... Yo extraño mi apartamento, mi cama, estar en mi espacio. La habitación de Nick es muy cómoda y nada que decir de su cama, es lo más relajante que hay. Pero aún así no es mi cama, a la cual ya estoy acostumbrada a dormir. Me siento un poco culpable por ver dormir a Nick en aquel sofá teniendo su suave cama para dormir, espero que la esté pasando bien. Se ve tan vulnerable durmiendo, no parece que tiene un genio insoportable y que es bien mandón, quien no lo conozca dirá que es una ternura. Decido acercarme un poco para ver las de cerca su rostro, es tan hermoso, cada parte de su rostro es tan definida, sus labios son tan carnosos, deseo tanto besarlos; me acerco un poco más, quiero tocarlos, ¿Será que siente mi tacto? No lo creo se ve tan dormido, no creo que lo sienta. Me siento indecisa en si hacerlo o no, y decido no hacerlo, no quiero despertarlo, o sea, primero le quito su cama y ahora no lo voy a dejar descansar. Me siento a un lado de su costado, puedo sentir su respiración, es tan liviana. Empieza hacer un poco de frío, así que voy por las sabanas que se encontraban en la cama. Empiezo acobijarlo haciendo movimientos muy cuidadosos, no vaya a despertar. Empiezo por los pies, voy subiendo con mucho cuidado, pero no con tanta ya que sin querer he tocado su hombro derecho.
-Mierda...
Susurro. Siento como alguien me toma de la mano con tanta fuerza y sin querer grito.
-¿Qué estas haciendo? o ¿Qué intentas hacer?
Veo lo enojado que está Nick.
-Este... Yo...
Este hombre me pone muy nerviosa. Me mira esperando una respuesta sin aún soltar mi mano, apretando cada vez más.
- Auch, suéltame. Me estás lastimando señor Nick. - Relaja un poco su agarre sin soltarlo- Solo intentaba ponerte la sábana encima, hacia frío. Siento si te he espantado.
Nick observa la habitación con precisión. Me suelta suavemente. Frunce el cejo.
- ¿Has podido descansar?
- La cama es muy cómoda... Pero, no he podido dormir, no es mi cama y es muy extraño esto.
Me sonríe ladino.
-Te entiendo señorita Spencer. ¿Quieres que te acompañe mientras te duermes?
Nuestras miradas se cruzan y me pongo nerviosa.
- No lo creo necesario... este, mmm, yo puedo dormir sola. Créeme, lo puedo hacer sola.
Sonríe ampliamente dejando ver su hermosa dentadura.
-Pero al pareces esta noche se te a complicado un poco.
Se levanta del sofá acercándose hacia mí. Estirando su brazo derecho en mi dirección.
-Ven, te acompaño a la cama.
Su voz suena tan tranquila y pasiva.
-Yo puedo hacerlo sola, sé donde esta la cama. Admito que tu habitación es grande pero tampoco me voy a perder.
-Entonces ve a la cama, ya es tarde.
¿Este quién se cree para mandarme?
-Luego iré, CUANDO YO DECIDA. ¿OK?
Da un paso en frente y se agacha. Lo próximo que siento son sus fornidos brazos rodeando mis caderas, siento como mis piernas poco a poco se levantan del suelo.
-Nick, ¡bájame!
Empiezo a patalear para soltarme de su agarre, pero es inútil. Me lanza a la cama cayendo conmigo a esta.