Capítulo 7. ¿Qué pasó?
Me despierto luego de soñar que caía a un precipicio, siento como mi cuerpo salta de la cama y me golpeo con un cuerpo caliente a mi lado, debe ser Dahara que llegó tarde, trato de levantarme un poco soñoliento pero siento como el alguien me toma y me hala hacia su cuerpo, me extraño cuando siento un cuerpo grande y grueso, sin pensarlo dos veces abro mis ojos y volteo bruscamente, mierda, es Camilo ¿Cómo es que está durmiendo conmigo? Un mal pensamiento llega, lo primero que hago es mirar si tengo mi ropa interior y no, no la traigo puesta, doble mierda, me lo he cogido; levanto la mirada y veo el desastre de habitación que ha quedado.
- Se ve que valió la pena.
Digo en voz baja mientras sonrío, me llegan recuerdos de lo que pasó la noche anterior y niego con la cabeza mientras sigo sintiendo, sí que ha sido una gran noche.
Trato de salirme del agarre de Camilo pero se me es inútil, siento como se mueve detrás de mí, aclara su garganta y me dirige la palabra.- ¿Cómo amaneciste princesa?
Lo miro con desagrado mientras hago una mueca de disgusto.
- Para ser sincera he tenido mejores noches y amaneceres, ahora déjame salir.
Lo digo con arrogancia.
- Jajaja, eso no me decías anoche cuando te hice mía.
Su risa me causa escalofríos y corrientes por mi cuerpo, había olvidado que tiene una risa demasiado sexi.
- Eso fue para motivarte, pero que va, nunca has sido buen jugador.
De un movimiento está sobre mi, con una de sus manos me sostiene mis muñecas a la altura de mi cabeza.
- ¿Te parece que soy mal jugador? -me mira con malicia- ¿Qué te parece si jugamos otra ronda? Luego me dices que te pareció.
No puedo negar que su cercanía me enloquece, extrañaba tener intimidad con Camilo, activa mis hormonas, pero no puedo darle el gusto que lo sepa.
- ¿Para qué?¿Para seguir perdiendo mi tiempo? Por favor...
Rodeo los ojos, siento su mirada fija en mí, siento como arde su mirada.
- Está bien chiquita, si eso deseas no puedo hacerte cambiar de opinión.
Camilo se corre hacia atrás dejando rozar su miembro en mi muslo, no puedo contener el gemido que me provoca su roce, cierro los ojos lo más pronto posible, no quiero mirarlo a los ojos; siento su mirada ardiente en mi cuerpo aún desnudo, no quiero mirarlo, siento que no podría con la situación presente.
Siento como dos de los dedos de su mano me rozan el abdomen, disfruto del contacto entre nuestros cuerpos, no quiero que pare.- ¿Quieres que siga?
Habla Camilo, su voz es tan gruesa y tan sexi, no podría negarme.
- ¿Me dejaras en paz cuando termines?
Digo abriendo los ojos, no quiero que piense que me estoy rindiendo a sus pies, o sea sí, pero no se lo voy hacer saber.
- Puede ser chiquita, pero no te aseguro nada.
Volteo los ojos y sin esperar más Camilo empieza a besar mi abdomen, sube lentamente dejando besos mojados por mi abdomen, toma con una mano mi seno izquierdo apretándolo a su antojo, mientras que chupa mi seno derecho; termina y procede hacer lo mismo con el lado izquierdo. La exitacion y el deseo sexual es evidente entre los dos; pasa a besar mi cuello y orejas, provocando gemidos de mi parte, me toma del cuello y aprieta un poco, levanta mi rostro y me besa, el beso es profundo, lleno de deseo; su mano izquierda baja a mis caderas, separando un poco nuestros cuerpos, decide cortar el beso y se dirige a mis piernas, procede a besarlas con besos húmedos, dejando huella por donde me besa, siento su respiración en mi zona íntima; me mira pidiendo autorización.