Capitulo 3. El inesperado encuentro

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Me despierto gracias a la luz que entra por la ventana de mi habitación. ¿Tan rápido amaneció? Observo el reloj de la mesa de noche y son las 1:30 de la tarde, extrañaba dormir hasta estas horas. Escucho ruidos que provienen del primer piso, seguro debe ser Lele preparando el desayuno. Bajo las escaleras con algo de dolor de cabeza, debido a que anoche lloré por lo sucedido.

-Buenos días Lele ¿Cómo amaneciste?

Digo buscando alguna pasta para el dolor de cabeza que tengo.

-Dayli ¿Podemos hablar?

¿Qué? ¿Camilo está aquí y no me percaté?

-Oh! me asustaste, yo digo que no tenemos nada de que hablar, las llaves del auto las dejé en la portería para evitar verte.

-Daylie es sobre lo que pasó esta madrugada, necesito darte una explicación sobre lo que viste.

-Ah! sobre eso. -Silencio-  Deja así no tienes nada que explicar, todo está más que claro, te dejo porque tengo cosas por hacer, así que te pido que te retires de mi casa y muchas gracias. - doy media vuelta y... ¿Quién se cree para impedir que siga mi camino?

-Mira Daylie no estoy para tus jueguitos de niña malcriada así que te sientas y me escuchas- noto es su mirada ira, pero que ni crea que me intimida ni en lo más mínimo.

-¿Quién te crees para venir hablar de esa manera y en mi casa? Usted y yo terminamos… y si no escuchó Tengo cosas por hacer y en ninguna esta hablar con una persona con lo eres Camilo, ¡sal de mi casa ahora!

Lo miro fijamente a los ojos y me suelto de su agarre, sintiéndome libre le doy la espalda.
No pasó mucho tiempo en escuchar un portazo, por fin se a ido. Me siento en el sofá de la sala a pensar en todo lo que ha pasado, no pasó mucho tiempo cuando escucho que llaman a la puerta ¿Ahora que quiere? Me dispongo abrir pero antes se me ocurre ir a la cocina por agua, claramente mi intención es abrir la puerta y mojar a Camilo, así que lo voy hacer.
Con el vaso en mano abro un poco la puerta  y ¡zas! le lanzo todo el agua del recipiente, rápidamente cierro la puerta y escucho a Dahara gruñir. Creo que he mojado a la persona equivocada.

-¿Qué te pasa Daylie?- dice enfurecida.
   
-  Lo...lo siento, pensé que era Camilo.

Digo abriendo la puerta muy arrepentida.
Dahara entra con unas bolsas en mano, mientras yo busco una toalla para que se seque.

-¿Por qué ibas a mojar a Camilo?- me dice algo confundida y con el ceño fruncido.

-Debo contarte algo...

Después de contarle lo sucedido salimos a tomar un helado y vaya sorpresa la que me llevo. El adonis del día anterior en el bar, estaba en la heladería, - si me lo voy a seguir encontrando mejor salgo todos los días- Daylie deja de pensar en eso, mejor has algo- me regaño a mi misma.
Sin decir nada me acerco lo suficiente para oler su colonia. Estaba tan guapo como siempre, llevaba unos pescadores negro y un esqueleto Jordan, usaba unas sandalias crop negras, sin dudarlo es el hombre perfecto, no espero un momento más y finjo que se me ha torcido el tobillo y caigo sobre él.
Caigo sobre sus pectorales, me atrapa en sus fornidos brazos, lo veo a los ojos y su mirada es tan penetrante, tan profunda, "esto debe ser un sueño" pienso, pero todo termina en el momento que caigo en la realidad.

-¿Se encuentra bien señorita?- Su voz tan gruesa y varonil hace retumbar todo mi interior.

-Sí, muchas gracias.
Me sonrojo, me siento avergonzada por el acto, pero no me arrepiento.

-¿Está segura? ¿No se lastimó el tobillo?

Se me a olvidado que me lastimé
- Solo un poco, gracias.

¿Cúal fue el tobillo que me lastimé?

-¡Amiga! Estás bien

Ya extrañaba el drama de Dahara.

- Sí, sólo me lastimé un poco, nada más.
Digo sin dejar de ver aquel hombre.

-Por favor acompáñame señorita...

¡¡Estoy estableciendo conversación con el chico más guapo que he visto!!

- Mucho gusto soy Daylie ¿Y tú eres?

¿Qué si me interesa saber el nombre? Obvio que sí, por algo me "tropecé"

- Me gusta tu nombre, no es tan común.

Ay Dios me va a dar algo. Me brinda una sonrisa sincera

- Mucho gusto soy Nick Cappone.

Juro que ese apellido lo he escuchado en algún lado pero no sé en donde ya saben que tengo muy mala memoria, ni sé como me gradué.

- Mucho gusto señor Cappone

Le extiendo la mano y él la aprieta brindándome una sonrisa

- Por favor acompáñame aquella banca de este lado, no quiero que se lastime más su tobillo izquierdo.

- Muchas gracias, pero puedo sola enserio no fue mucho.

-Nena ve y siéntate con el caballero mientras hago la fila para los helados, ¿Desea algún sabor señor Nick?

-Gracias, estoy bien, dile a la cajera que el pedido está a nombre mío.

Muriendo de la vergüenza pero feliz porque al final sé su nombre, triunfe como siempre lo hago. Pero ahora ¿Qué hago?¿Qué le digo? Esperen.. ¿Me dijo que el pie izquierdo me lastimé? ¿No era el derecho? ¡Qué vergüenza!

Nick nos acompañó hasta mi casa, fue muy lindo con nosotras, nos trajo en su auto ya que mi tobillo dolía y agradezco haber actuado así porque me pidió mi número, solo espero que me escriba pronto.

Enredada en tu piel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora