Chapter 32: The End

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Eran fácilmente decenas y decenas de personas que miraban el gran incendio que consumían la fachada del Mystical Night Club

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Eran fácilmente decenas y decenas de personas que miraban el gran incendio que consumían la fachada del Mystical Night Club. Algunos estaban sorprendidos porque no sabían cómo es que el siniestro había ocurrido, otro estaban tristes porque era el único lugar donde podían conseguir un buen polvo, otros simplemente se alegraban.

Pero... Habían dos personas entre la multitud que miraban todo mientras el corazón se les desgarraba y la desesperación las consumían.Veían cómo algunos bomberos intentaban combatir las llamas mientras que otros sacaban del lugar a personas que habían quedado atrapadas, pero ninguna de esas personas era la que ellas esperaban.

– Mina...

– ¿Quién eres tú? – la japonesa preguntó confundida.

– Soy Kim Dahyun – respondió la pálida – Bueno, quizás no me reconozcas ya que estoy sin antifaz, soy Yuna.

– Oh, Yuna – murmuró recordando – ¿S-Sabes algo de Chaeyoung?

Los ojos de la más joven comenzaron a llenarse de lágrimas y bajó la cabeza, aumentando la ansiedad en Mina.

– Mina, lo siento tanto... – susurró.

– ¿Q-Qué? – su respiración se cortó y sus piernas comenzaron a fallar al punto de que Sana tuvo que sostenerla para que no cayera – ¿Qué pasó? ¿¡Dónde está Chaeyoung!?

– ¿Señorita Myoui Mina? – escuchó a sus espaldas y la pelinegra volteó inmediatamente encontrándose con un policía.

– S-Soy yo... – murmuró.

– Señorita, quiero informarles que hemos encontrado cuatro cadáveres dentro de una habitación – habló sin rodeos y Mina nuevamente sintió como si fuese a desmayarse – Necesito que nos acompañe para identificar si uno de ellos es su pareja, Park Jinyoung.

– Yo no...

– Vamos, Mina – interrumpió Sana – No quiero pensar mal, pero uno de esos cuerpos puede...

– ¡No lo digas! – exclamó rompiendo en llanto – Por favor, no lo digas.

– ¿Nos pueden acompañar?

Ambas japonesas asintieron y se despidieron de Dahyun, que les pidió por favor que la llamaran en caso de cualquier cosa. Las chicas se fueron con el policía hacia el laboratorio forense.

Al llegar, las dos tenían los nervios de punta cuando entraron y tuvieron que esperar en una sala mientras preparaban los cuerpos, ambas hermanas vestían un atuendo parecido a los de un médico, guantes y mascarillas.

– Señoritas, entren, por favor – les indicó una mujer de mediana estatura – Les voy a mostrar cada cuerpo y ustedes me dirán si lo conocen o no.

– De acuerdo – contestó Sana ya que Mina no podía hablar por el nudo que se formó en su estómago y garganta.

Entraron y vieron cuatro camillas donde cada una tenía un cuerpo encima, cubiertos con una manta blanca. Se acercaron el primer cuerpo.

PROSTITUTE || MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora