Chapter 22: Suspicions

3.5K 485 457
                                    

Luego de una larga sesión de besos, Chaeyoung se percató de la hora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de una larga sesión de besos, Chaeyoung se percató de la hora.

– Mierda – siseó separándose de Mina, quién soltó un bufido – Lo siento, pero se me hace tarde.

– ¿Tarde para qué? – interrogó cruzando sus brazos cuando la coreana se levantó del sofá.

– Tengo que... – cerró la boca de inmediato, no podía decir la verdad – Eh, un compromiso.

– ¿Un compromiso? – alzó una ceja.

– Sí, un compromiso importante – sonrió inocentemente – Me iré a bañar, si quieres puedes quedarte o simplemente irte, no hay problema.

– Puedo llevarte a tu "compromiso" – se ofreció y la menor se tensó.

– N-No es necesario – negó rápidamente – Mina, es tarde, has estado conmigo prácticamente todo el día, deberías descansar.

– Estás actuando un poco extraño – murmuró – ¿Hice algo mal?

– ¡No! – exclamó – Digo, no, no has hecho nada malo – suspiró – Es sólo que... No puedes saber donde mi dirijo, al menos no ahora.

– ¿Por qué no?

– Porque es peligroso – excusó, aunque no era del todo falso.

– Si es peligroso, ¿entonces debería dejar que vayas sola? – Mina estaba siendo demasiado escéptica.

– Sí – asintió – Mina, no hagas más preguntas y confía en mí.

Mina la miró por unos largos segundos, poniendo a la menor con los nervios de punta. Esa mirada tan frívola y penetrarante que ponía la japonesa, era capaz de helarle la sangre incluso al mismísimo diablo.

– De acuerdo – aceptó finalmente y Chaeyoung soltó todo el aire que había retenido – Pero... Me quedaré aquí, si no te molesta.

– ¿Te refieres a quedarte aquí en mi casa? – preguntó con sus ojos abiertos.

– Claro – se encogió de hombros – Bueno, si te incómoda, puedo ir a casa de Sana o a mi departamento.

– Prefiero que te quedes aquí – afirmó – No quiero que vayas a tu casa y estés sola con ese... Tipo.

Mina sonrió.

– Bueno, entonces me quedaré aquí – asintió tomando su vaso de vodka para beber un trago, olvidándose de la horrible sensación – Esto es un asco.

– Deberías beberlo con gaseosa, tengo sprite en la cocina – anunció – Queda mucho mejor. Como sea, voy a ir a bañarme.

– ¿No quieres que te acompañe – dijo coquetamente y la rubia rió.

– No abuses, Myoui – la apuntó – Mi casa es la tuya, siéntete libre – dijo y finalmente se encerró en el baño.

Mina suspiró y fue a la cocina. Era pequeña, pero acogedora. La examinó unos momentos y luego fue al refrigerador, no tenía muchas cosas, pero sí las suficientes como para que una persona sobreviva al menos una semana. Algunos alimentos envasados, lácteos, una que otra fruta, huevos, cervezas y gaseosas. Todo parecía normal, aunque algo le llamó la atención.

PROSTITUTE || MiChaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora