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Llegamos a un Audi negro y Karina me abrió la puerta del copiloto

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Llegamos a un Audi negro y Karina me abrió la puerta del copiloto.

Si me hubieran preguntado que carro consideraría para ella, hubiera dicho que un Audi igual a este. No se porque, solo se que va con su personalidad.

Rodeo el carro y se metió. Me sentía nerviosa, esto realmente parecía una cita. Aunque hubiera sido solo una salida improvisada. Karina encendió el carro y prendió el aire.

—¿Desayunaste? —me pregunto antes de arrancar. Trague en seco y solo atine a negar con la cabeza. Tenia mucha hambre —yo tampoco ¿Sabes de algún lugar bueno?

—si, todos los domingos voy con Yizhuo y Aeri a Cadillac Jacks, tienen unos wafles riquísimos—le dije emocionada. Ella arranco.

—¿Por donde esta? —pregunto sin mirarme. Le di las indicaciones mas o menos entendibles. No sirvo para recordar calles y solo le decía por donde ir. Se veía linda concentrada en manejar.

—¡Aquí es!—le dije. Aparco ella carro en el estacionamiento vacío. Se bajo y me abrió la puerta. Nos acercamos juntos a la hermosa casita de madera, escondida entre dos robles enormes. La vista era hermosa.

—¿Es un restaurante? —pregunto Karina confundida.

La primera vez yo también había preguntado eso.

—Si, ven, entremos —la tome del antebrazo y la jale hasta llegar a la reja, donde nos abrió un chico muy lindo que me reconoció.

—Buenos días —nos dijimos al mismo tiempo y sonreímos. Solté el brazo de Karina un poco apenada y abrí la puerta de madera blanca.

Karina sonrío y pasamos. Siempre había amado la decoración del lugar. Varias mesitas de madera blanca esparcidas por el gran espacio, en las paredes habían cuadros de tonos rosa. Las paredes eran verde, el piso blanco y como siempre, reluciente.

La gente que iba era casi siempre la misma por lo que les sonreí a la mayoría de la gente.

Nos sentamos en una mesa pegada a la pared. Karina recorría el lugar con la mirada.

—¡Que lindo lugar!—exclamo posando su intensa mirada en mis ojos.—es tan... Hogareño y cálido.

—Lo se, es el mejor lugar que podrás encontrar para desayunar—le dije. La señora Taeyeon se acerco a nosotras con una tierna sonrisa. Era la anciana mas dulce que conocía. Tenia ojos marrones oscuros y una sonrisa hermosa. A pesar de sus 90 años estaba muy conservada y muy linda. Ella también era inglesa.

—Minjeong, cariño—me saludo besando mis dos mejillas—que alegría de verte.

—Igualmente —le respondí— ella es mi amiga Karina, la traje para que conociera sus estupendos wafles.

—Ella dice que no hay lugar mejor que este y tiene razón, es hermoso, tiene usted un muy buen gusto y es encantadora—le dijo Karina con una dulce sonrisa.

The Perfect Bucket List | winrina ɢ!ᴘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora