Prólogo

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"Hace mucho tiempo, Orihime, la princesa tejedora hija de Tenkou, rey del cielo, tejía prendas de sin igual belleza a las orillas del Amanogawa (Vía Láctea), lo cual era de gran orgullo para su padre. Un día al bajar al río conoció a Hikoboshi quien era un pastor de bueyes e inevitablemente se enamoraron. A pesar de intentar mantenerlo en secreto, este romance llegó a oídos del rey del cielo, quien preocupado por la felicidad de su hija decidió organizar el matrimonio.

Posterior al casamiento los amantes olvidaron sus labores y se dedicaron a su relación. Ya que Orihime no tejía para Tenkou y Hikoboshi descuidó a los animales de los cuales se encargaba, provocaron el enojo del rey del cielo, quien en consecuencia decidió separarlos a través de Amanogawa y les prohibió reencontrarse. Orihime, desconsolada, pidió a su padre poder ver a su esposo de nuevo; él conmovido les permitió verse el séptimo día del séptimo mes lunar, sin embargo, al no tener un puente para cruzar el río Orihime lloró desconsolada llamando la atención de una bandada de grullas, quienes querían ayudar a la pareja a reencontrarse. Estas aves prometieron que harían un puente con sus alas para que pudieran cruzar el río, y al siguiente año los amantes se reunieron finalmente. Las grullas prometieron venir todos los años siempre y cuando no lloviera, pues cuando se da esa circunstancia, los amantes tienen que esperar para reunirse hasta el año siguiente".

Los avances en la ciencia y tecnología acabaron por rebasar a los seres humanos, haciendo que las jóvenes parejas prefirieran dedicarse en cuerpo y alma a sus labores para tener una vida cómoda antes que generar descendencia, cuanto y más por el declive de recursos que estaba experimentando la Tierra.

De seguir así ya se anticipaba el desenlace: el mismo ser humano en su ambición de conocimiento se llevaría a su propia extinción.

Por tal motivo comenzó a priorizarse el buscar un nuevo planeta al cual convertir en su nuevo hogar y, en consecuencia, expandirse como civilización. Demoraron cientos de años hasta que finalmente las primeras colonias fuera de la galaxia surgieron y prosperaron... A excepción de que en ese nuevo entorno las condiciones no eran óptimas para gestar hijos.

El asentamiento era de lo mejor, la gente no podía simplemente echar todo a la basura y reiniciar en otro sitio por un único detalle aunque este fuera, en realidad, de suma importancia. Así, tras varias deliberaciones se comenzó con un proyecto en los humanos que quedaron en la tierra, el cual consistió en reactivar cierta parte primitiva del cerebro que se mantuvo apagada a lo largo de la evolución, creando así dos nuevos subgéneros: alfas y omegas, cuya particularidad era su capacidad de procreación.

Se dieron a luz varias generaciones, todas aguardando pacientemente en la ciudad de Deneb con sus padres hasta cumplir trece años, edad para conocer su subgénero y determinar en qué ciudad residirían hasta los dieciocho. Los alfas en Altair y los omegas en Vega aprenderían, mientras tanto, todo lo correspondiente a su clasificación, preparándose para la fiesta del Tanabata en donde los preciados especímenes de Tenkou, país antiguamente llamado Japón, se reunirían en un magno festejo en el Amanogawa con el único propósito de encontrar pareja.

Si la velada culminaba satisfactoriamente para los involucrados, estos regresarían a Deneb un tiempo para acoplarse a su nueva relación y concebir a sus primogénitos. De esta forma el gobierno se aseguraba que el omega sería capaz de procrear en el planeta V-1441, dándole la posibilidad a la familia de cruzar la Vía Láctea y continuar con su legado.

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Conversación interna de Leray número diez mil millones:

Leray: Bien, acabe Principio de Incertidumbre, ¿qué sigue?

Cerebro: Descansar, hacer tus pendientes ¡y alejarte de Wattpad de una maldita vez!

L: Sí, sí, oye, fíjate que tenía planeado editar Higanbana-

C: ¡No! ¡Eso aumentarán tus ganas de querer escribir! >:v

L: Cómo crees~, puedo controlarme uwu jsjsjs.

*Un día después*

L: Soñé un AU súúúper interesante por editar ese fic...

C: Aquí vamos de nuevo...

L: En el que hay ciencia ficción y viajes espaciales...

C: ¡Cállate! ¡Sigue tachando tus pendientes!

L: Y pensé "oh, pero qué buena idea, y tenía ganas de hacer un omegaverse por lo que puedo mezclarlo". Así que pregunté en el tablero quien quedaría mejor como alfa y omega entre Senku y Gen... Nomás por curiosidad, no te preocupes, dejaré esa historia en mi cabeza c:

C: Espero que sea así.

*Al día siguiente*

L: Ya tengo la portada, el esquema general de la historia e hice el prólogo :3

C: Te odio.


Y aquí estoy... Hola de nuevo c:



Al cruzar la Vía Láctea/SenGen AU Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora