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La Universidad de Deneb se extendía por varias hectáreas, albergando en sus instalaciones con la mejor tecnología a los alumnos más excepcionales de Tenkou; claro, mientras su subgénero no fuera omega. Por ello, ver pasear a uno era un espectáculo en sí mismo, no se diga si se trata de un dominante tan sofisticado que no aparentaba inmutarse y, al contrario, se pavoneaba orgulloso.

No se diga, si aunado a su presencia ya de por sí imponente, estaba siendo escoltado por el famoso Dr. Xeno y su pupilo, Senku Ishigami.

— ¿Es que nunca han visto a un omega? Me hacen sentir como un animal de exhibición al que liberaron de su jaula —se quejó entre dientes cuando un beta descarado lo miró de pies a cabeza.

— Tu personalidad no contribuye ni un milímetro a pasar desapercibido.

— Senku tiene un punto, pero también que la universidad otorgue un permiso de esta índole es tan poco común que resulta extraordinario —comentó Xeno, ignorando que el alfa arrugó la nariz y le mostró los colmillos al beta a escondidas.

— Gracias por alimentar mi ego con sus palabras~, sólo espero que la novedad se les pase pronto cuando me vean seguido aquí —dijo Gen con una sonrisa de autosuficiencia.

A dos semanas del Tanabata, Senku recibió una respuesta positiva respecto al permiso de trabajo para el omega y, dado que el contrato con Yuzuriha sería por breves temporadas, Gen aceptó la propuesta de encargarse del invernadero de la universidad, siendo ese su primer día en el campus. Antes que nada, pasaron por la oficina administrativa, donde a Gen le resultó placentero toparse con la mujer beta que le recalcó la prohibición de su entrada hace unos ayeres, siendo ella la encargada de entregarle su ID como empleado de medio tiempo.

Posteriormente, el trío cruzó varios edificios hasta vislumbrar a lo lejos el invernadero del tamaño de una casa, apartado de los edificios donde se daban las clases. Gracias a sus paredes cristalinas, Gen pudo anticiparse antes de entrar el cuidado exigente que le demandaría de ser el único a cargo, pues la cantidad de flores y árboles era exorbitante. Sin embargo, cuando las puertas se abrieron se toparon con varios robots podando y regando las plantas, lo que le hizo cuestionarse cuál sería su labor si parecía estar todo automatizado.

Despejó su cabeza, ya haría todas las preguntas que le surgieran al encargado, pues en ese instante sus pupilas quedaron maravilladas ante la infinidad de brillantes colores, sintiéndose especialmente atraído por el árbol en el centro del todo por la cerca que impedía su transgresión.

— ¡Mira, Senku-chan! —jadeó corriendo al Sakura—. Wow... Nunca había visto un shidare-zakura real, más que su versión miniatura, claro. ¡Y también hay camellias, chrysanthemum y osmanthus fragrans!

— Creo recordarte decir no tener interés en las plantas.

— No puedes negar que son fascinantes, Senku-chan; y no se ve todo los días tantas especies en un mismo sitio.

— ¡Tienes completa razón! ¡Este lugar es el paraíso!

Una joven de coleta castaña saltó de la parte posterior del árbol de Sakura, cargando consigo algunas ramas que le entregó al robot más cercano. Saltó la cerca, se quitó los guantes y se acercó con una enorme sonrisa que hizo empequeñecer sus ojos detrás de sus anteojos gigantes, artículo poco común en esos tiempos al optarse por la cirugía. El representante de Deneb le lanzó una media sonrisa y procedió a hacer las presentaciones desganado.

— Ella es la geógrafa Chelsea Childe-

— ¡Mucho gusto! Soy la mejor amiga de Xeno —interrumpió al científico.

— ¿Mejor amiga, doctora Chelsea?

— Jajaja ¡pues claro que sí! Hemos sido colegas por mucho tiempo, eso nos hace mejores amigos —aseguró dándole una palmada en la espalda y luego se dirigió al omega—. Tú debes ser Gen, Xeno me contó que su preciado alumno tiene una pareja experta en botánica.

Al cruzar la Vía Láctea/SenGen AU Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora