Dudas y Cuestiones (AlFer)

Cordura.

Advertencia:
Este capítulo tiene contenido sexual no consensuado (realmente no es nada explicito ni muy fuerte) así que si no te gusta este tipo de contenido puedes brincarte hasta que veas esta seña: ☘️

Ambos veían la televisión, no necesitaba hablar, estaban bastante cansados pues habían sufrido bastante con la operación de Beyham.

El programa que veían era realmente aburrido pero no decían nada, era agradable tener un tiempo de paz.

Ferman vió de reojo a Ali, lo encontró realmente tierno (bueno, más que siempre) y bueno, no pudo resistirse y se acercó sigilosamente a este.

Tras dudar unos segundos se decidió y atacó los labios del chico.

Ali se quedó congelado unos segundos, no sabía que hacer. Por un lado pensó en la incomodidad que este hecho le hacía sentir por lo que pensó en quitarse, por otro lado pensó que no era tan malo.

Ferman por su lado se dió cuenta que el otro dudaba, no seguía pero tampoco se quitaba y lo tomó como una luz verde para seguir.

De poco a poco comenzó a besarlo con más fuerza, dejándose llevar y olvidando por un instante que el chico era autista y sobretodo, que no lo amaba aún.

—n-no.

Ali estaba algo asustado ya pero su cuerpo no respondía, cerró los ojos y sintió toqueteos en su cuello y su cintura.

—por fin...~

Ferman comenzó a empujar al más joven hacia atrás, observaba la carita de este, se veía completamente aterrado pero no decía nada, solo soltaba quejidos indicando que no le gustaba para nada y que la crisis de pánico se encontraba a nada de llegar.
Después comenzó a besar su cuello, dejarle chupetones y mordidas.

Ahí llegó la crisis.

—p-por favor, d-dejame ir.

Ahí Ferman perdió todo su control y se posicionó encima del más chico, este usaba sus manos y brazos para intentar quitar a este, cosa que no servía de nada pues era más grande y pesado que el.

—a-ayuda...

Poco sirvieron los ruegos pues sintió que le desabrochaba la camisa.
Por su parte, el más grande decidió cerrar los ojos, quería solo dejarse llevar, al fin de cuentas no tenía prisa.

Abrió los ojos y...

️                     ☘️                                 ☘️                

—¡Pero qué...!

Vio a todos lados y encontró que estaba solo, suspiró aliviado de que hubiera sido un sueño, o más bien una pesadilla.

Sin embargo, vio que estaba demasiado oscuro así que entró en panico y vió la hora, por suerte aún faltaban unos minutos para que llegara Ali.

Suspiró un poco hasta que se percató de que sentía bastante dolor en los pantalones.

—oh, ¡Bien eh! —exclamó algo molesto.

Tenía dos opciones, la primera no se podia pues no tenía tiempo, la segunda sería bastante terrible.

No lo pensó más y escogió la segunda, busco ropa cómoda y se metió a bañar.
El agua estaba helada, esperaba que así se le bajara la calentura.

No se tardó mucho pues tenía el tiempo contado, sabía que Ali era muy obsesivo con el tiempo así que llegaría exactamente.

Salió de bañarse y se estaba vistiendo cuando escuchó que alguien tocaba la puerta.

—no puede ser.

Salió rápido y abrió la puerta, encontró al chico viéndolo con una sonrisa, en realidad lo alivió mucho pues quería olvidar la cara aterrorizada que tenía en su sueño.

—pasa, adelante.

—ah, doctor Ferman... —comenzó a decir mirando hacia abajo.

—¿Qué pasó Ali?

—¿Por qué no tiene puesta una camisa?

Ferman se percató que era cierto, salió tan apresurado que olvidó ponerse una camisa.

—ah pues es que me acabo de salir de bañar —respondió con calma.

—¿No tiene frío? Está temblando.

—deja voy a ponerme una camisa, esperame un poco.

Ali estaba un poco intimidado, no estaba muy acostumbrado a estar en casas ajenas, así que se limito a observar sin hacer ruido.

—listo ¿Quieres comer algo?

Ali checó la hora, calculó el tiempo mentalmente y dijo:

—si, gracias, ya casi es hora de cenar.

Ferman sonrió un poco y le pidió que se acercara. En realidad estaba algo avergonzado pero fingía que no.

—sabía que no comerías cualquier otra cosa, así que ten.

—gracias —respondió con una sonrisita tímida.

Después Ali propuso ver la tele (aunque obviamente no la vería), y Ferman quería negarse pero terminó aceptando.
Tenía miedo de perder el control.