CAPÍTULO 2

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Se dice que los corazones de las personas se adhieren a aquellos que les brindan seguridad. Al convertirme en Reina, puse el mundo a mis pies. No estaba dispuesta a sacrificar a las personas que amaba para proteger el mundo que había conquistado; yo estaba dispuesta a sacrificar mi mundo para salvar a aquellos a quienes amaba.

Diez años después

El eco de las gallinas seguía resonando fuera de la cabaña, necesitaba realizar mis deberes pero estaba tan agotada que no podía levantarme. Muchas personas dirán que debería estar comprometida a mis veintidós años, pero realmente no es algo que me preocupe. Tengo muchas cosas que disfrutar, antes de pensar en casarme.

Han pasado diez años desde el ataque a Damonrodt, la capital ha sido reconstruida y los habitantes que experimentaron pérdidas han sido recompensados. El príncipe Evegolia asumió el trono tan pronto cumplió quince años, su madre se desempeñó como regente del reino mientras su hijo se preparó para tomar el trono.

Tararee una melodía en alto y percibí cómo Agatha se apresuró a salir rápidamente tan pronto me escuchó.

-Niña, estás al tanto de que la música está prohibida, no te expongas a que te denuncien en el palacio y estás consciente de que pueden asesinarte por cuestionar una orden del Rey.

Como pueden observar, una de las primeras órdenes de Evegolia, poco después de ser proclamado rey, consistió en prohibir la música, el canto y todas las celebraciones en el reino y sus territorios. Todo individuo que se descubriera violando esta orden, podría ser sentenciado a pena capital.

-Estoy consciente, pero no puedo ocultarlo y lo sabes- La miré con inocencia -Hoy debo ir a la panadería, así que estarás sin mi hasta la tarde-.

-Ten mucho cuidado, por cierto, dicen que el rey vuelve hoy de su campaña- La rivalidad había surgido entre diversos reinos a raíz del ataque en Derfel. Ese mismo día, tres ataques más se llevaron a cabo en los reinos vecinos y la duda de un traidor persiste en la mente de los residentes.

Normalmente, Evegolia suele irse de campaña para dirigir las tropas y tratar de capturar a un sospechoso, pero continúan sin hallar indicios.

-No me importa si vuelve, necesito continuar con mi labor- Ataba mi cabello en una cola alta y me encaminé a despedirme. -Además, nunca lo he visto- No es falso, residimos en las periferias de la capital, por lo que nunca he visto al Rey, nunca pasa por aquí, pero sus guardias siempre están patrullando.

-Tienes tanta similitud con tu abuela-. Su mano se apoyó en mi mejilla y me miró con añoranza. Mi abuela había ido a un viaje fuera del reino, casi un año tras el atentado, me prometió que regresaría, pero tras tantos años, no he vuelto a reencontrarla. Incluso desconozco su ubicación o si está viva.

-Ya lo creo, me iré entonces- Me despedí y me puse en camino al local.

-¡Gracias por su visita!- Ya me había calado la mejilla de tanto sonreír, a pesar de que es de mañana, hay mucho movimiento en los alrededores.

-Nunca imaginaba verte tan amable, me asombras- Thomas me sonríe con mofa y yo simplemente le saco mi lengua como respuesta.

-No sé de qué te asombras, siempre he sido muy cordial- Me encargo de asistir a los clientes que entran.

-Ya lo creo- Se restringe a contestar.

Thomas y yo nos conocemos desde la infancia, sus padres son propietarios de la panadería y a veces me pide ayuda para hacer su trabajo en el lugar. Es un chico apuesto, pero no puedo percibirlo más allá de eso.

-¿Ya has hallado un marido apropiado?-

-Entiende que no me agrada discutir sobre el matrimonio, no lo considero una necesidad-.

Una nueva persona se presenta, pero no le doy importancia, dejaré que Thomas se ocupe de ella.

-No deberías afirmarlo, te quedarás sola y hay muchos intentando desvestirte- Me mira con inconformidad, le hago un gesto con mis ojos para que perciba mi irritación.

-Los astutos aprecian su soledad, mientras que los demás la llenan con cualquiera- Lo resalté con superioridad, señalando que no deseo un compromiso obligado.

Un carraspeo nos lleva a observar al individuo que está escuchando nuestro debate, tan pronto como mis ojos se cruzan con los suyos, siento un calor en mis mejillas. Que espectacular.

-Lo sentimos ¿En qué podemos ayudarle?- Se precipita Thomas, tan apenado como yo.

Apareció una sonrisa socarrona.

-No pude evitar oír su conversación, me resultó entretenida - ¡Ay, Dios mío, qué voz!

Se vestía con una capucha de color negro, botas y guantes, lo que impidía ver su atuendo y casi ocultaba su rostro, como si no deseaba que lo identificaran.

Su mirada se centró en mí y una vez más me sonrojé.

-Es interesante observar a una dama que no desea contraer matrimonio, las que he conocido siempre buscan un buen esposo-. Me observa cuando menciona eso y no puedo evitar sentir una incomodidad, es hermoso, pero creo que es un inculto.

Le responderé con la consideración que puedo preservar.

-Entonces no ha conocido a la indicada y no me agrada mantener un ritmo tan antiguo como ese- Lo observé desafiante y él no mostró cambios, pero en sus ojos pude percibir una mínima chispa de fascinación.

-Ya lo aprecié, posees una gran habilidad para transformar los ovarios en un par de cojones al hablarme de esta manera, me gusta.- Lo expresó más para sí mismo que para cualquier otra cosa. ¿Quién se cree para no tratarle de la manera que se merece?

-Me convenciste- Me percibe complacido. -Te encontraré luego.

Lo observé perpleja, Thomas parece estar tan o más desorientado que yo.

-Deseo pedir todo lo que puedan vender, dulces, pan o cualquier cosa, lo deseo todo-. Nuestros ojos casi se desorbitaron al mencionarlo.

-¿Todo?- Thomas no lo entendía, ni yo. -Eso representa un gran monto-. Estaba intentando ser lógico.

-¿No prestas atención? Todo lo que posean- repitió cansado- El dinero no es un problema- Me mira con una sonrisa sarcástica y yo lo interpreté mal.

Seductor y pedante. Odio eso en los sujetos.

Tras que Thomas y yo arreglamos todo, el chico enigmático se marchó sin revelar más.

Lo último que expresó fue dirigido a mí y fue "Una mujer debe ser dos cosas: lo que ella desee y quien ella desee".

¿Quién era aquel sujeto? 

Reina de ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora