Capitulo. 15"Huele a problemas"

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Siento la tardanza chicos pero aquí está. Pd: las canciones que elijo ambientan mas o menos la vibra del episodio es a su gusto ponerlas o no 🌸🌸🌸🌸🌸🌸

Del otro lado del bosque Carter veía como Zareé entrenaba, si a eso le llamaba entrenamiento. Apestaba, bastante. La chica se veía mas débil que un venado recién nacido. Piernas cortas y delgadas, propensa a caerse, brazos con algo de músculo, pero el sabía que con un simple giro de muñeca podría rompérsela en segundos.

Había llegado a The Woods después de unas largas e inmensas diez horas en coche. Lo primero que hizo fue alistarse e investigar en donde se encontraba la mandada, como esperaba , los guardas no eran demasiado buenos en sus trabajos. No fue difícil escabullirse. Usó una mezcla de almizque y lavanda que una bruja le había proporcionado para enmascarar su olor saltando por los árboles sin ser percibido.

No pudo contener la sonrisa que amenazaba con hacerse mas grande. Cuando quería él podía ser una sombra.

Una sombra mortalmente letal.

Doblando las rodillas en un movimiento de pura gracia y elengancia, Carter se encontraba de nuevo en el aire, aterrizando sin un solo sonido en el balcón de la joven alpha. No podía permitirse ser descubierto ahora ¿O si? La ventana corrediza estaba desbloqueada lo cual hizo aun mas fácil su trabajo.

Ya dentro, él comienza a revisar los cajones, Mario le habló sobre lo que tenia que buscar. El rubio no era tonto, sabía perfectamente que lo que sea que Mario quisiese no era nunca de el, robado, apropiado,  esos son los términos que mas se asemejan a las posesiones que Mario Venedeti adquiere cuando llama a Carter.

El eco de unas voces ponen en alerta a Carter que sin mas sale de la misma forma que entró. Saltando por los árboles y aspirando hondo, se llevó consigo el muy delicado y femenino aroma de Zareé. Quizás debería jugar un poco con ella, pensó divertido. Sin duda la chica tenía un aroma peculiar.

Dulce y peligroso
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—Ya te lo he dicho James, no me gusta y nada de lo que digas logrará cambiarme de opinión.

—Pero es genial y...¿Porque te gusta tener la habitación tan fría?

Termina diciendo mientras frota sus manos, soplando en medio de ellas donde una leve bruma sale.

Que raro, creí haber dejado la ventana cerrada.

Al día siguiente un muy sonriente Leo me recibe en la entrada del instituto.

—¡Hey! Chica quacks quacks Te ves aun mejor que la ultima vez que te vi.

–Nada que una buena siesta no pueda arreglar

Lo cual es ciertamente verdadero. Luego del entrenamiento fuí directamente hacía mi habitación amando la sensación de mi cómoda cama. No lo voy a negar. Me puso de mal humor saber que me perdí la cena. Deliciosas enchiladas, especialidad de Malina. Claro que, siendo tan amable como es, Malina me guardó dos las cuales devoré en el desayuno.

Como al parecer ya es costumbre para  Leo, pasa su brazo al rededor de mi espalda y sin poder evitarlo noto unos raspones en sus nudillos  y una  leve quemadura en su palma

–¿Qué te ha pasado?

Señalo su mano. Veo algo oscuro pasar por sus ojos. Fueron mili segundos, los cuales hicieron que se me erizara el vello del cuello.

–Oh, eso. Verás chica quacks quacks, en ocasiones soy muy torpe. Y en esta ocasión en particular, caí de bruces contra la acera y me quemé con una sartén del cual me salpicó un muy, muy caliente aceite.

Asiento. Eso explica los raspones. Sin embargo la quemadura tiene una forma rara puntiaguda, como si hubiese sido infligida con algo mas. Estaba segura de que eso fue mas que una simple salpicadura. Mi instinto me dice que hay algo más. Algo oscuro. Y de nuevo siento los pelos de mi nuca pararse de nuevo





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Tu no me ¡¡rechazas!! | Serie RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora