Solo quería escapar de lo que me hacía daño, huir, rehacer mi vida, pero sin querer te encontré a ti.
Soy Ayleth Zareé y mi destino quedó escrito hace siglos atrás.
Habían al rededor de veinte lobos en el viejo estudio. Las pinturas enmarcadas sin embargo tenían una apariencia pulcra. Como si alguien limpiase con extremo cuidado día a día. Al chico de cualquier forma se hallaba examinando al hombre frente suyo sin perder de vista a los demás que los rodeaban Habían al rededor de veinte lobos en el estudio grandes y fuertes tres de ellos tenían sus garras hacia fuera otros cinco estaban a mitad de forma y el resto se encontraba mirando cada movimiento que el hacia. Carter se sentiría ofendido si no hubiesen puesto el esfuerzo de proteger a Mario después de todo, Carter es uno de los mejores de su clase no lleva el titulo de la Mano Roja por nada.
Su sonrisa ladeada y su actitud prepotente no iba a esconderse mucho menos al intento de intimidación de Mario Merideti solo el pensar que veinte chuchos podrían contra el es inebitablemente gracioso.
—Te llamé por que...
—Me llegó una carta
Mario lo ve exasperado, y a el le encantaba.
—No tengo tiempo para tu sarcasmo
—Ni yo para tus delirios de viejo cuarenton
—La chica está viva
—Muchas lo están.—Refiriéndose a sus anteriores víctimas.—Tendrás que ser mas específico grandullón.
—Los De Bolbec fueron a buscarla , a la hija de uno de los diez primeros.
Ahora, eso obtuvo el cien por ciento de su atención. Ha escuchado historias y poemas con rimas tontas sobre como cierta alphita es especial sin embargo también sabía por rumores de que ella estaba muerta junto con sus padres.
Nunca había sido fan de los rumores después de todo a el le ronda el rumor de tener cierta piedad al eliminar a alguno de sus objetivos, lo cual es mentira. El era peligroso y despiadado tenía que serlo si quería sobrevivir.
—Necesito un favor Carter. Y solo tú podrás cumplirlo.
Zareé prometo que no te vas a escapar de mi
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•••••••••••••••••••••••••••••••••• En los bosques de Trux, Russia
—Sver' si sigues así haré que te salgan ranas por la boca.
—Inténtalo querida. Claramente tu magia es inservible.
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Dice refiriéndose a sus intentos fallidos por volverlo humano.
—Te dije que todo lleva un proceso
Yunamierda
—Tu proceso me ha costado dos semanas de mi vida. Y hasta el momento sigo con estos instintos de cazar y matar y creéme es Bambi o tú para la cena y no creo que tu hermano lo deje pasar.
—Estas en lo cierto Sascha, no lo haría. Te mataría lentamente híbrido.
Híbrido, no era un hombre lobo o un vampiro, ni siquiera era un lycan sino que era un híbrido. Una paria en la sociedad lobuna. Zeta le dio de su sangre y al hacerlo activó su gen de lobo. El ni siquiera sabía que era un vampiro para empezar y que al despertar se convertiría en ambos lobo-vampiro; en un híbrido.
Su vida había sido normal hasta que ese inmenso dolor de cabeza le nubló por completo. Aun puede recordar como el pulso de los caballos hacían un estruendo en sus oídos, los aplausos de la gente el golpe de la bola daba con el taco y su increíble sed. Los flashes de imágenes lo atacan sin cesar, en especial la imagen de la niña de no mas de diez años. Bestia.
—¿A dónde vas?
—Se me ha quitado el apetito.
—No me importa tu apetito sver' prueba esto. Son unas hierbas mezcladas con gusanos.Te calmara la sed por unos días
Levanta una ceja cuestionándola
—¿Las ratas se te escaparon?
—nesti eto zver'
Lo hizo, y al hacerlo sintió como un alivio lo abrazaba. Sus ganas de sangre aun estaban ahí pero ahora estaban calmadas
—Por lo menos esto ha funcionado.
—Podría matarte en segundos Sascha
—Y sin embargo aquí estoy.—Al pasar a su lado le susurra al oido—Yo también podría matarte en segundos encanto, hueles muy rico.
A ella le intrigaba la bestia de ojos negros. Lo hizo desde el momento que lo vió en una de sus visiones.
No lo va a negar, lo vio venir desde antes que supiera lo que era y por eso ella no puede hacer lo que el le pide. No puede volverlo humano, nunca fue uno para empezar. Extrañamente ha confiado en ella y si el se entera de lo que ella sabe, no habrá magia que la pueda salvar de la furia de un ser como él.
Del otro lado del bosque Zeta se encontraba viendo el intercambio de Sascha con la pequeña bruja. Ella por fuera parecía dura pero su mirada la delataba. No solo lo miraba con un brillo de adoración si no que podía ver como ella sabía algo.
Decidió dejarla vivir. Por lo menos hasta que ya no le sirva mas. Si puede lograr que el recién formado de Sascha se tranquilice, bienvenido sea.
