Solo quería escapar de lo que me hacía daño, huir, rehacer mi vida, pero sin querer te encontré a ti.
Soy Ayleth Zareé y mi destino quedó escrito hace siglos atrás.
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•••••••••• –¿Cuando dijeron que vendrían?
Pregunta el chico de cabellos rizados a la morena de cabello como el de una uva.
–Ayer,espera no. Hoy. Si hoy. No...¡Ay que memoria la mía! Creo que dentro de una semana.
–Deja los juegos, Persefone. Mi paciencia tiene un límite y te aseguro que está por acabar.
–Galia te encontrará y cuando lo haga yo estaré a su lado. Disfrutando ver cómo te rompe en mil pedazos.
Él estaba seguro que lo haría. Las ladys de Galia no son conocidas solo por su belleza. Por ser letales sin embargo, si. Brujas y asesinas despiadadas. La corte de Galia es un mundo oscuro, lleno de horrores y personajes temidos. Aunque no todos los brujos eran tan letales como su reputación hacia ver, habían brujos buenos... uno de cada tres por así decirlo. Él nunca se había encontrado con uno remotamente bueno y es por eso su odio hacia los de su especie. Recurrió a ellas cuando le convenía pero no les debía absolutamente nada.
Pero en estos instantes le conviene tener a Persefone viva. Solo por ahora. Y cuando le deje de ser útil le hará lo mismo que ella le hizo a el.
Con eso en mente se coloca la mochila de lado, mirando hacia atrás y dejándole una sonrisa de cortesía.
Más tarde jugaría con ella.
-•••••••••••••
Ayleth.
Los pasillos del colegio estaban desiertos. Apenas el timbre sonó todos corrieron como animales hacia la cafetería. En cambio yo y Leo nos tomamos nuestro tiempo en ir. Leo tenía un brazo alrededor de mi hombro jugueteando con un mechón de mi cabello negro.
–Venga chica quacks quacks. Magdalena ha hecho hamburguesas hoy. Tiene un puesto en el comedor. Te va a-
Sin poder entender lo que estaba pasando soy enviada directa hacia una de las taquillas, golpeando mi espalda. Cierro los ojos por un momento debido al dolor. Al abrirlos, veo a dos cuerpos golpeándose a unos metros de distancia.
–¡James!
Maldiciones y golpes son lanzados vilmente. James esta encima de Leo el cual está cubierto de sangre. Sin pensarlo me acerco a ellos donde milagrosamente logro apartar a James de mi amigo.
—¡Basta!
Tomándolo del cuello lo jalo hacia atrás mío.
—Qué coño, James ¿Estás mal de la cabeza?
—Te advertí que te alejases de ella.
—Vaya, uno creyendo que este pueblucho iba a ser de lo más aburrido y apenas pongo un pie en el instituto encuentro la pelea de un trío amoroso.
—¿Trío am...?
Vaya. Sin querer exhalo tan fuerte que me atraganto con mi propia saliva
—¿Estas bien?
Asiento varias veces. Si por bien se refiere a que mis ojos acaban de ser bendecidos por el chico más guapo que he visto, si, estoy estupendamente.
—Cárter.-Dice esté estirando su mano la cual aceptó. Es dura y se sienten uno callos en ella. Su apretón es fuerte y conciso. A diferencia de su cara. Y por ello me refiero a que su cara es aristocrática pero a la vez delicada. Era una mezcla un poco peligrosa. Igual que sus ojos azules los cuales eran tan brillantes como el cielo.
—Ayleth.
—Bueno, Ayleth. Ya nos veremos cuando tu triángulo se vuela un cuadrado.
¿Un cuadrado? Lo veo desaparecer cuando gira hacia la derecha y sin más me giro y salgo del trance en el que el chico nuevo me ha dejado.
—Espero que tengas una buena explicación James.
•••••••••••••••••••• Castillo Trux, Russia.
—No es necesario llegar al punto de matar cuando te alimentas , sin embargo al ser nuevo te será complicado parar en el momento exacto.
H como demostración , trajo a una chica de cabellos rojos la cual a plena vista se notaba en un trance. No hacía preguntas solo miraba a la nada. Ojos azules completamente pálidos debido a la niebla que cernía sobre ellos.
—¿Quien dijo que me daba lástima matar?
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<<Oh vamos, no me mires con esa cara. Al fin y al cabo has sido tu quien me ha transformado en la bestia que soy. Dime H, ¿A quien más le has jodido la vida?
—Terminamos por hoy. Tu vuelo sale temprano.
—No enserio. Estoy intrigado. ¿Como escondiste tanto tiempo esto? ¿Huh? El impecable señor H, quien diría que detrás de ese ingenuo disfraz de Lord se escondería alguien tan vil.
—Tengo mis motivos Sascha.
—Egoístas me imagino.
Sin más H sale de la habitación. El chico estaba asimilando su nueva vida. Necesita tiempo para adaptarse. Sin embargo tiempo es lo que justo menos tienen. A partir de ahora las cosas se pondrían muy interesantes para el, le gustase o no.
