Maybe it's you - Marc Márquez

Capítulo 11

D

espués de que Marc le confirmara a Ernest que yo efectivamente era su novia, el entrevistador intentó convencernos para poder tener la exclusiva cuando quisiéramos hacerlo público, incluso llegó a sugerir decirlo de inmediato y añadirlo a la entrevista como primicia, dejando caer el comentario.

Ambas cosas fueron denegadas tanto por Marc como por mi, lo que si bien no agradó del todo al hombre de Dazn, fue aceptado y respetado tanto por él como por su equipo. Una cosa era ir soltando poco a poco la información de nuestra relación y otra muy distinta era salir publicándolo en medios internacionales cuando todavía no estábamos listos.

Ya tenía suficiente con toda la familia Márquez siguiéndome en redes, además de las solicitudes de cuentas de fans de Marc y Alex que seguían esperando que las aceptara en Instagram. Aunque debo admitir que, al parecer, nuestro método de no salir en público había funcionado y todo se había enfriado un poco.

Las siguientes semanas fueron caóticas para ambos; ya había salido la entrevista de Marc y adicional a eso, se había confirmado que no podría tomar parte de las pruebas de pretemporada, por lo que las entrevistas con otros medios se sucedieron unas a otras, además de las sesiones con el fisioterapeuta una vez que le sacaron la protección del hombro y que el castaño comenzó con su entrenamiento ligero.

Todo lo anterior sumado a la puesta en marcha del proyecto de "Bella Neu" en Andorra y mi implicancia en el mismo, junto con las reuniones con el equipo gestor, nos tenía viéndonos lo mínimo, pues mis viajes entre Lérida y Andorra eran seguidos y casi a diario, lo que tampoco tenía muy feliz a Marc, específicamente por la presencia de Bruno, quien de vez en cuando intentaba acercamientos para hacerme caer en sus redes.

El cumpleaños de mi novio se acercaba con rapidez y habíamos hablado de pasar el día 17 tranquilos en casa, puesto que el fin de semana siguiente ya lo celebraríamos con sus amigos cercanos. La fecha del cumpleaños del castaño caía justo muy cerca de dos de sus amigos, por lo que tal como en años anteriores, harían una celebración un poco más grande con su grupo de amigos y el día exacto del cumpleaños de Marc sería más familiar.

Eran las 12 de la noche del 17 de febrero cuando entré de sorpresa en casa de mi novio. Durante el día le había dicho a Marc que no podríamos vernos hasta la tarde del día miércoles por mi trabajo, por lo que él no esperaba mi llegaba durante la noche, de hecho, me había dicho hace un par de horas que se iría a dormir.

Me asomo silenciosamente a la habitación de mi chico y me lo encuentro dormido, dando la espalda a la puerta. Muerdo mi labio al verle tan tranquilo y con la sábana dejando parte de su tronco desnudo al aire. Dejo mis cosas a un lado y me recuesto junto a él, haciendo que se despierte y voltee asustado.

— Tranquilo, soy yo.

En medio de su estado de somnolencia sonríe y tira de mí, abrazándome contra su cuerpo. Me río de lo tierno que me parece en este momento.

— Has podido venir – su voz ronca hace efecto en mis hormonas y me acomodo mejor sobre su pecho.

— Claro que sí, ¿te creíste que no vendría? – acaricio su cabello con cariño para luego comenzar a repartir besos por su rostro sin llegar a sus labios. Marc intenta besarme, pero me quito antes de que lo logre.

— Quiero mi beso – frunce el ceño con un puchero infantil y no puedo hacer más que reír.

— ¿Te lo has ganado?

— Es mi cumpleaños, debería conseguir todo lo que quiero.

— ¿Ah si? Mira tú, ¿y qué quiere mi guapo novio?