Capítulo 10

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Lo que comenzó con un beso de reencuentro, escaló rápidamente en uno necesitado. La falta que nos hicimos estos días en donde estuvimos físicamente separados y la tensión sexual no resuelta en todo este tiempo, nos trajo a este momento en el que las caricias y besos parecían no ser suficientes.

Mi lengua se entrelaza con la de Sofía, en un beso húmedo que hace despertar cierta parte de mi anatomía. Con mi mano sana la tomo de la cintura para pegarla más a mí, ella hunde sus dedos en mi pelo y tironea cuando succiono su labio inferior con fuerza. Vuelvo a soltar un gruñido esta vez sobre los labios de mi novia, haciéndola gemir en el proceso. Baja sus labios por mi mandíbula mordisqueando en el camino y haciendo que la sangre baje directo a mi entrepierna. Ubica su mano en mi muslo, acariciando muy cerca de donde necesito su tacto, lo que me hace impacientar.

— Sofi...

La temperatura de la sala aumenta rápidamente e intento acercarme más a Sofía, pero un tirón en mi hombro me hace recular, volviendo mi espalda al respaldo del sofá. La castaña se separa de mí al notar la tensión en mi cuerpo y me mira con la preocupación tiñendo sus ojos oscurecidos.

— Amor, ¿estás bien? – su respiración agitada al igual que la mía solo demuestra que se nos estaba yendo de las manos muy rápidamente – si te molesta mucho el hombro, esperamos.

No es la primera vez que nos pasa, de hecho, ha ocurrido ya en un par de ocasiones, pero antes tenía más restricciones en la movilidad de mi hombro, por lo que nos frenábamos de inmediato cuando veíamos que se podía poner más intensa la situación.

Me acomodo mejor en el sofá y con mi mano izquierda tironeo de su cuerpo contra el mío. Mi novia se sube a horcajadas sobre mi regazo, quedando justo sobre la parte más necesitada de mi anatomía, ambos soltamos un gemido al sentir el roce.

— Hace un par de días Carlos me dio el permiso médico para hacer un poco más de fuerza con el hombro, pero aun así tendrás que hacer gran parte del trabajo, preciosa.

Me mira con atención para luego sonreír con suficiencia, su respuesta no tarda en llegar cuando toma mi rostro con ambas manos acercando su boca a la mía y mueve sus caderas rozando nuestros sexos bajo la ropa. Jadeo sobre sus labios antes de que me vuelva a hablar.

— Para mí será un placer – me dedica una mirada cargada de deseo, volviendo a moverse sobre mi miembro. Tironea de mi labio inferior con sus dientes, para luego pasar la lengua por el mismo.

No aguanto más y llevo mi mano a la base de su cabeza para sujetarla con fuerza contra mi boca. Sofía sigue removiéndose, juntando su entrepierna con la mía y sacándonos gemidos de satisfacción.

Llevo mis manos bajo su blusa, sintiendo su piel bajo mi tacto, percibiendo como se le eriza a medida que voy moviendo mis dedos.

Sofía decide que es momento de quitar mi camiseta, por lo que totalmente contrario al momento que estamos viviendo, se toma toda la calma del mundo para ayudarme a despojar de la prenda, tratando de ser lo más suave posible con mi hombro derecho. Terminamos de quitar mi camiseta y Sofi, con una lentitud tortuosa y aún en mi regazo, pasa la punta de sus dedos por mi piel desnuda, haciendo que un escalofrío me recorra y yo aguante la respiración.

— Sofi, no juegues con mi autocontrol.

Mi novia hace un puchero para luego morderse el labio con una sonrisa traviesa.

— Es que estás como quieres – vuelve a moverse sobre mi miembro al tiempo que une sus labios con los míos, jadeando en mi boca a medida que aumenta sus movimientos. Me veo obligado a tomarla de las caderas con firmeza, a este paso acabaré sin siquiera haber entrado en ella.

Maybe it's you - Marc MárquezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora