Maybe it's you - Marc Márquez

Capítulo 12

— Marc, espera, quiero que hablemos de lo que ha pasado con Valeria.

Volteo a verla y apago el motor del auto. Espero con paciencia mientras parece ordenar sus ideas. Llevaba toda la noche dándole vueltas a la situación y agradezco que ella lo haya sacado a colación en lugar de tener que hacerlo yo.

— Como habrás podido darte cuenta hace unas horas, la tarde que celebramos tu cumpleaños y el de los chicos, escuché una conversación entre Valeria y Nuria – asiento en respuesta esperando que continúe y es efectivamente lo que ella hace – para no hacerla larga, Valeria se refirió a mi físico en términos bastante despectivos, además de mencionar que necesitaba ir al gimnasio y dejar claro que, a su juicio, yo no soy "tu tipo" y no deberías estar conmigo, que deberías buscarte algo mejor.

— Lo que ella piense no debería importar – a pesar de mi frustración busco su mano con la mía para sentir su contacto – lo importante es como nos sentimos nosotros.

La observo hacer una mueca y respirar hondo. No se me pasa desapercibido el gesto que hace con su nariz, el cual he aprendido a identificar como el indicador del inicio de su lucha contra las lágrimas.

— Es que ese es justamente el punto – frunzo el ceño intentando no tomármelo de mala manera, pero no puedo evitar sentir que es un golpe bajo, por lo que intento soltar su mano haciendo que ella se apresure en mirarme – ¡Dios, no! Marc, no me refiero a nuestra relación.

— ¿Entonces? Sofi, explícate por favor, porque estoy perdido aquí.

Lleva sus manos a su frente y hunde los dedos entre sus rizos masajeando su cuero cabelludo. Sé que está frustrada, pero yo no me siento mucho mejor que ella. Suelta un suspiro antes de acomodarse mejor en el asiento y mirarme.

— No pienses que no confío en lo que tenemos, es solo que... muchas veces no me siento suficiente y me avergüenza hablarlo contigo – niego con la cabeza para contestarle pero no me deja – Cuando escuché esa conversación, sentí que quizás... quizás ella tenía razón.

— Sofi, no.

— Sé que quizás tú no lo ves así, pero para mi ha sido un viaje duro el aprender a quererme tal cual soy. Me ha costado mucho aprender que, por genética, mi cuerpo es más grueso, digo, sé que no estoy gorda, pero no cumplo con los cánones de belleza actual.

— Preciosa, tú eres más que solo un cuerpo, el cual, por lo demás, a mi me encanta.

— Lo sé, créeme que si. Hoy en día me he reconciliado conmigo misma, pero de vez en cuando me asaltan las dudas. ¿Tú has visto las mujeres que te rodean? Qué pregunto, claro que las has visto.

— Pero muchas de ellas son hechas a base de bisturí y silicona. Por no mencionar que no buscan sencillamente a Marc, ellas buscan a "Marc Márquez, campeón del mundo" y todo lo que puedan obtener de ello.

— Ya.

Llevo mi diestra a su mejilla, y acerco mi cuerpo al suyo, acomodándome todo lo que me permite el auto.

— Cariño, hablo enserio. A riesgo de sonar prepotente, créeme que he tenido muchas oportunidades, pero fuiste tú quien me flechó, no todas ellas. Fuiste tú quien puso mi mundo en su lugar y quien me ha logrado conquistar en tiempo récord – sus ojos ya se encuentran brillantes y no puedo evitar sentir un dolor en mi estómago al percibir sus lágrimas, por Dios, esta mujer me tiene en sus manos.

— Lo siento Marc.

— ¿Qué sientes?

— Ponerme a llorar por esto, sé que quizás sea una tonteria y...

— No Sofi, basta. No es una tontería, es la manera en como te sientes. ¿Sabes lo que me ha hecho enfadarme esta tarde? No es que te hayas defendido de la loca esa, es el hecho de que no me lo contaras.