Maybe it's you - Marc Márquez

Capítulo 17

Decir que me sentía bien con todo lo que se estaba hablando era un eufemismo. Mi autoestima estaba viviendo una etapa difícil y lo estaba sobrellevando lo mejor que podía, pero lo cierto es que mis ánimos no estaban siendo los mejores.

Los titulares en la prensa rosa, los comentarios en redes sociales, las páginas de cuentas "fans" y "no tan fans", los haters que en algun momento atrás jamás se me ocurrió que llegarían a mi... en este momento todos ponían a prueba mi autocontrol y mi paciencia estaba llegando a su límite.

Una cosa era haber vivido bullying en tu adolescencia, por personas que tú sabes que están en proceso de crear su identidad y que por lo demás son inmaduras, y otra muy distinta era que tu personalidad entera fuese puesta bajo la lupa pública por no cumplir con las expectativas de un grupo de gente "entendido en la materia" y que en realidad no hacían más que tirar mierda por dónde les saliera.

Me había refugiado en mi trabajo, mis planos, mis maquetas, la supervisión del proyecto en Andorra, incluso los benditos informes que tanto odio, todo con el afán de no leer un nuevo artículo o publicación en redes en donde se destripe quién soy, de dónde vengo y cómo visto.

Lo que llevaba siendo una relación casi ideal con Marc, últimamente se había transformado en muchas discusiones a partir de lo que aparecía en redes. De alguna forma que no esperábamos, la reacción de la gente estaba causando estragos en nuestro día a día, sobre todo en mi forma de llevarme con él, haciendo que la frustración de ambos se acabara acentuando y las discusiones fuesen pan de cada día.

— Amor, deja ya de ver esas noticias, no te hace bien – toma el teléfono en mis manos y lo deja a un lado abrazándome.

— No puedo, están en todos lados donde mire. No lo entiendes.

La rigidez en el cuerpo que me rodea me hace notar que Marc se ha molestado, y el suspiro cansado que suelta solo me lo confirma.

— Lo siento mucho, preciosa. Siento no poder hacer nada para borrar lo que dicen.

— Estoy cansada Marc, los últimos días he visto mi nombre más veces de las esperadas y he recibido una cantidad de llamadas que no es normal – dudo un momento y juego con mis manos pensando en si decir o no lo que deseo.

— Hay algo más.

Le observo con una sonrisa casi nostálgica porque me siento frustrada, pero al mismo tiempo me encanta que sepa identificar que hay algo más sin razón de que yo se lo diga.

— No sé si realmente quiero esto Marc.

El semblante le cambia en menos de un segundo y la tensión es palpable, tanto que mi chico se separa por completo de mi cuerpo haciéndome sentir una sensación de vacío.

— No quiero pensar que estés diciendo lo que creo que estás diciendo Sofi.

Se que no quiero terminar nuestra relación, pero está siendo tan complicado el poder gestionar la presión de la gente... Quizás, solo quizás, debamos descansar por un tiempo.

Mi silencio parece ser la respuesta no esperada, y la confusión se instala en mi estómago.

— Tu silencio dice mucho Sofi.

Marc se levanta molesto y se pasa una mano por su pelo, desordenandolo por completo.

— Marc espera... – Intento frenarle tomando su mano, pero solo consigo que me observe con dolor en la mirada. El mismo dolor que tengo yo.

— No Sofi, ahora no, necesito respirar un instante, no quiero decir algo que nos pueda hacer peor.

Asiento en silencio y le dejo salir al jardín, con los perritos detrás.