Capitulo 1

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—Harika hatun, Osman Khan—

Venecia 1573
Ophelia Castañeda

—¡Ophelia!- mi padre gritó desde la planta baja —¡Si no bajas en este instante te arrepentirás niña!

—¡Ya voy!

me termine de arreglar las ondas de mi cabello y baje hacia donde mi padre, tomé un delantal de la cocina y salí a nuestro pequeño puesto de pan afuera de casa, tomé los viejos y los cambié por nuevos, uno de estos termino en mi boca a modo de desayuno.

—Están excelentes los panes hoy padre -mi padre salió de la casa al puesto con algunas bolsas de pan dividas para poder repartirlas en todo el pueblo. —El señor Boscolo no tardará en venir por su orden padre...- me gire hacia el —también la señora Lombardi...

—¡Cállate!- ordenó —¡Ya se que están cerca no tienes que abrir tu maldita boca!

Mi padre no es un hombre que me demuestre el mínimo interés o afecto, lo único que quiere es que me case con algún mercader o algún hombre del pueblo.

—¡Pablo, hombre!, ¿como haz estado? -el señor Boscolo se inclina en el puesto de madera —Ophelia...-Me Mira con su palillo de trigo en la boca —Que hermosa estas está mañana.

—Umm... gracias señor Boscolo

—¡Pablito! - vuelve hacia mi padre —Los bárbaros están por aquí buscando niñas para el harem del nuevo sultán.

A mi padre se le iluminaron los ojos y yo empecé a asustarme, mi padre no era capaz de vender a su propia hija, ¿o si?. No me quería, pero creo que tampoco me odiaba, tanto pensé en ese tema que en lo que pareció un abrir y cerrar de ojos los turcos estaban recorriendo nuestras calles, intenté correr a casa pero se me fue inútil, mi padre tomó mi brazo con fuerza y me miró maliciosamente, mis lágrimas no tardaron en aparecer.

—¡Cuanto por ella! -mi padre le gritó a unos de los soldados

—¡40 monedas de oro, y estoy siendo generoso! -respondió uno de ellos

—¡PAPA!, suéltame -trate de luchar contra su robusto cuerpo —¡Suéltame dije!

Los soldados con uniforme rojo me arrastraron con ellos, traté de zafarme, pero me amordazan con sogas; no era la única, de hecho habían varias mujeres más. Tardamos unas horas hasta llegar al barco, mi rostro estaba completamente lleno de lágrimas. Mi cabello estaba alborotado, nariz y mejillas rojas.

1 semana

Trate de hablar con algunas de las mujeres del barco, las únicas con las formé relación fue con Sofía y Diana, ambas chicas rubias, Sofía de ojos verdes y Diana de ojos marrones. Sofía tenía mi edad, 17, y Diana apenas contaba con 12 años...

5 semanas

Las tres nos acostumbramos lentamente al movimiento del barco, pensando en cómo sería el harem, Sofía estaba emocionada, Diana y yo lo tomamos con indiferencia...

9 semanas

Llegamos a Estambul, la antigua Constantinopla, el corazón del imperio otomano...

Estambul, 1573

Llegamos...¡Que emoción!- Sofía hizo pequeños ademanes con sus dedos —me preguntó cómo serán las sultanas, ¡estoy segura de que son muy bellas y elegantes!, yo quiero ser una sultana.

Las Rosas del Sultán ©✔️ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora