Las Rosas del Sultán ©✔️ [+18]

Capitulo 5

Varias semanas después...

Osman Khan 

—me an dicho que haz pasado mucho tiempo con una mujer —dijo mi madre quien me acompañaba en una caminata matutina —no es justo para las otras mujeres del harem.

—no te preocupes con quien pasó la noche madre

—me tengo que preocupar eres mi hijo —hizo una pausa suspirando —además esa mujer a causado muchos problemas en los días que a estado aquí ¿no te habrá embrujado?

<<de que me embrujo, me embrujo, y de la mejor manera>> —estoy al tanto de las disputas en el harem y si ella sigue visitándome supongo que sabes cual es mi opinión al respecto.

—Osman...

Levanté mi mano callarla —es muy temprano, y no discutiré acerca de mis relación contigo mamá...

—por lo menos hoy deja que te visite otra mujer, no te acostumbres solo a una, ¡eres un sultán!,  nunca lo olvides —giró y se fue

A Harika la dejé descansando en mi habitación, había caído rendida y no quería perturbar sus sueños. Seguía caminando por el jardín tomando aire.

—¡Osman! —escuché el grito de mi primo Berat, rápidamente se acercó a mi —Sultán... —se inclinó

—¿Berat?, ¿que pasa?

—el gobernador de Egipto, hice cuentas anoche, del por ciento que nos toca de los impuestos de allá falta más o menos un trece por ciento.

—ordena a los soldados que lo busquen, lo quiero aquí para mañana —Berat asintió y yo posicione mis brazos atrás de mi espalda —quiero ir cazar esta tarde, ¿te unes?

—¡si claro! —seguimos caminando en un cómodo silencio.

...

—oye ¿Osman? —preguntó Berat a mediados del camino —no te quiero preocupar pero...

—¿que pasa? —me tensé

Berat relamió sus labios mirándome fijamente —tu madre estuvo en mi palacio ayer y estaba platicando con mi madre...

—ajá...

—están preocupadas porque estas viendo mucho a una mujer —rodeé mis ojos —dicen que puede ser una espía, que te embrujo y no se que tantas tonterías más...

—¡joder!

—¿que está pasando?, ¿de que mujer hablan?

—¿recuerdas a las venecianas? —pregunté y el asintió —hay una que me tiene  atado a ella...

Berat sonrío —¿como?, ¿no me digas que estás enamorado de una concubina Osman?

—Algo...