Las Rosas del Sultán ©✔️ [+18]

Capitulo 10

Haseki Harika

7 meses y 23 días... an pasado desde que Osman partió. Nos hemos mantenido en contacto mediante cartas, gracias a Allah ganó la batalla por Armenia, tiene que estar aquí en unas semanas.

—¿cómo estás Harika? —Ayse entró con a la habitación si mirar a un lugar específico.

—¿buscas algo?

—Si, pero aún no se que es

—¿no sabes lo que estás buscando, pero lo estás buscando?

—Si

Ignore tan rara conversación y seguí bordando algunas flores, rosas para ser específica, en la tela blanca. una punzada en mi abdomen hace que retuerza mi boca. —¡carajo!

—¿que pasa? —Ayse se sentó a mi lado tocando mi vientre

—me está doliendo demasiado Ayse...

—mejor vamos a la enfermería, prefiero prevenir que lamentar.

...

Con el tiempo el dolor agrandó, nunca había tenido tanto miedo.

—no quiero perder a mi bebé Diana —lloré mientras Diana estaba hincada al lado de mis pies  —Tengo miedo...

—no digas eso, estarás bien — acarició mis piernas y las palmeó.

Un quejido de dolor inundó la sala, la enfermera dictó que todos se marcharan y nota dehadan Solas, algunas gotas de sangre manchaban las telas.

—sultana, dará a luz

—pero falta tiempo aún...

—confié en mí —lavo sus manos con agua y se las secó —¿esta lista mi sultana?

—No —dije con mi respiración agitada

...

Toda mujer que decida tener hijos, es un puto icono de admiración. no todas soportan tantas horas en agonía para darle vida a otro ser humano.
Después de varias horas mi bebé había llegado al mundo, era prematuro, pero las parteras dicen que está bien de salud.

—¿es niño o niña? —le pregunté a Ayse quien estaba recostada a mi lado.

—es un hermoso príncipe Harika...

Sonríe y resoplé cerrando mis ojos —¿cuando lo podré ver?

—está siendo revisado por las parteras, lo verás pronto.

...

Cuando cargué a Murad por primera vez me di cuenta que había nacido la razón de mi existir. 18 años y ya era madre, sultana, y esposa. Entonces porque me sigo sintiendo incompleta, ¿que me falta para rellenar mi ser?.

—Mi Murad —acaricié su mejilla —Mi príncipe, mi hijo.

Murad no había abierto sus ojos aún, parecía estar dormido.

—anunciaremos por todo el harem el nacimiento del príncipe mi sultana —goker reía con zeynep al lado —las sultanas también fueron avisadas.

—no quiero que se acerquen a mi hijo Ayse —dije sin apartar mi vista de mi bebé —los quiero lejos...

—No puedes evitar que lo conozcan —respondió

—yo tampoco podré evitar matarlas una a una si algo le pasa a Murad —la miré a los ojos —después de todo no creo que tengan compasión de un niño que salió de mi.

Ayse no respondió y las risas de goker y zeynep disminuyeron, de cierta forma quería que me entendieran, Mi hijo, Mi responsabilidad, si algo le pasaba derrumbaría cada pilar de este palacio.