Capitulo 16

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Parte 2

—viste como se le insinuó descaradamente —le dije a Diana mientras caminábamos por el jardín, Senay entretenía a los niños con las cosas del jardín.

—creo que exageras —respondió —A lo mejor sólo quería ser amable

—que se meta su amabilidad por el culo —Diana rodó sus ojos —me recuerda a Shahrazad

Diana entrelazó su brazo con el mío —me había olvidado de ella, que Allah la tenga en el paraíso.

—amén, ¿oye di?

—¿si?

—vuelve al harem, dile efsun y a goker que se encarguen de la criada, dile que la expulsen, iré a ver mi marido.

—claro, ¿me llevo a los niños también?

—si —contesté y rompimos nuestro enlace

...

Narrador omnisciente

—Mi sultán —Ahmed agha se inclina ante Osman —la sultana Harika se encuentra en la puerta

—dile que pase

Ahmed se retira otorgándole el paso a la esposa del sultán.

—preciosa —Osman estira sus brazos llamando a Harika hacia ellos. Ella corre como niña pequeña sonriendo.

La sultana besa la comisura de sus labios suavemente —¿como estuvo el consejo?, ¿algo importante? —pasó su dedo índice por el puente de la nariz de Osman.

—Nada en especial cariño

—encargue que expulsaran a la criada de esta tarde.

—¿porque hiciste eso? —Osman se veía intrigado

—porque es una arribista, ¿quien diablos se cree para coquetear con mi marido descaradamente, y frente a mi?

—Harika...—Osman ladeó su cabeza

—Harika nada... no la quiero aquí

—estas celosa sin razón preciosa

La sultana recostó su cabeza en el pecho de Osman abrazándolo por la cintura —¿como no voy a estar celosa?, eres un pecado andante, no dudo que todas las mujeres del harem fantaseen follar contigo.

Osman baja la mano de Harika a sus pantalones restregando su dureza con ella —y yo solo quiero estar contigo, y lo sabes.

La sultan alza su mirada llena de deseo para encontrase con la de su esposo. Guiándola hasta la cama Osman retira su vestido con agilidad y rapidez con rudeza la gira para que su cuerpo desnudó quede ante el. Empieza a magrear sus tetas a su antojo, succionaba su cuello. Los gemidos de Harika era la perfecta melodía para Osman. Recortándola con cuidado paso de su cuello a sus pezones ya erectos, chupándolos con fuerza.

—me encanta cuando haces eso —jadeó la sultana con sus ojos cerrados.

—¿te e dicho lo mucho que amo es esas dos?

Con besos recorrió todo el abdomen de su esposa hasta llegar a su intimidad.

—ábrete —dijo Osman

Harika obedeció a su majestad sin ninguna objeción, dando paso para que juegue con su clitoris. Harika enterraba sus dedos en el cabello del sultán haciendo presión. Mientras abría sus ojos noto como su vista estaba nublado. Los espasmos las consumían, sentía que estaba cerca de alcanzar su tan Preciado orgasmo.

Estaba caliente, y no iba a durar mucho, ella necesitaba liberarse. —¡Osman!...—gimió antes de alcanzar su punto máximo. El sultán volvió a besar su abdomen

Las Rosas del Sultán ©✔️ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora