Capitulo 8

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Semanas habían pasado y todo estaba muy tranquilo en el harem, de cierta manera eso era preocupante.

—estaría bien que fuéramos a los orfanatos y escuelas, así podemos ayudar a los niños de allí —Diana anotaba algo en un papel, se encontraba sentada en mi escritorio mientras yo miraba por el ventanal.

—Si —respondí

—también a algunas mezquitas, allí también hay muchas personas necesitadas.

—Ajá

—o al pozo más cercanos a tirarnos

—si tal vez...

—¡Harika!, no me estás prestando atención —gritó y yo volteé a verla —¿que te pasa?

Es cierto, mi cabeza estaba en otro mundo, pensaba en las miradas de odio de la sultana melek, tenía que deshacerme de ella antes de que vuelva a influenciar a su madre en mi contra, ella era la mayor víbora. —estaba pensando, en cómo podemos quitar a la sultana melek del camino —hice una pausa —su presencia me molesta.

—creo que estas exagerando, ellas están calmadas desde que te casaste.

—nada es exagerado, si se trata de nuestras vida, ademas, no es una buena señal que no hayan tratado de matarme aún.

Un toque en la puerta interrumpe nuestra conversación —¡adelante!

—sultana —Senay entra reverenciando —tengo noticias del consejo.

Acomodo mis aretes de oro y asiento para que Senay hable —Hurhan pasha a sido designado como gobernador de Crimea.

—Hurhan pasha es un hombre muy ambicioso, demasiado de hecho, también no es muy viejo, el candidato perfecto para casarse con una sultana, mucho mejor si es la sultana melek, ¿no creen?. —las miré a ambas mientras y todas sonreíamos ladeadamente. —Senay, en ese cofre hay unos aretes, tómalos para ti.

—¡Gracias sultana! —tomó los aretes y volvió a reverenciarse, para después sentarse en el sofá y probárselos.

—¿Osman está en su habitación Senay? —pregunté

—Si, Ahmed agha está en la puerta por lo tanto supongo que el sultán se encuentra allí.

—Diana, saldremos para los orfanatos y mezquitas mañana, deja que senay te ayude.

—si, Harika

...

Salí de allí y dos criadas me siguieron, ellas siempre permanecían en la puerta y me seguían a donde fuera.

—¡Ahmed! —salude al guardia de la puerta

—sultana —se inclinó y yo sonreí amablemente.

—dile al sultán que estoy aquí —el también asintió y anunció mi llegada con Osman.

—pase mi sultana.

Encontré a Osman firmando algunos papeles en su escritorio, cuando me vio abrió sus manos y corrí a abrazarlo. Deposité un beso en su labios y arreglé su cabello con mis dedos —¿cómo estás amor?

—Bien preciosa, ¿cómo estás tú?

—bien, vine hacia acá cuando me dijeron que te habías reunido con el consejo, ¿algo que contar?

—no mucho, el ejército se está preparando para partir en una semana —me tense —designe a hurhan pasha como gobernador de Crimea, y eso es todo, ahora sólo reviso algunos impuestos.

—vuelve a prometerme que volverás Osman —acaricié su mejilla

—te lo prometo cariño —retiró mi mano de su mejilla y la beso.

Las Rosas del Sultán ©✔️ [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora