Jessica.
Definitivamente las cosas no siempre son como lo esperamos ya sea para bien o para mal. Y en mi caso, digamos que fue para bien.
Ahí estaba, en la fiesta de cumpleaños N°19 de mi mejor amiga Hanna hablando con un chico en un balcón bajo el cielo estrellado y la luna roja.
Y la simple razón es que estoy un poco borracha. (Sólo un poco).
Pero claro, pasaron ciertas cosas antes de eso.
Había llegado más temprano para ayudar a mi mejor amiga con los últimos arreglos, nos encontrábamos en su habitación terminando de arreglarnos cuando Sarah, una de nuestras amigas habló:
—Hanna, ¿me recuerdas como fue que te dejaron hacer la fiesta?
—Le dije a mi mamá que seríamos pocas personas y terminaría temprano, además, no llegarán si no hasta pasado mañana, mi padre está arreglando unos problemas con el bufete—respondió Hana mientras se miraba al espejo—¿Que tal me queda este vestido?
Las chicas la miraron y hablaron al mismo tiempo.
—Te queda precioso.
—Volverás loco a Aaron con ese vestido.
—Te vez hermosa chica.
Levanté la mirada de mi libro para ver que Hanna me observaba buscando mi aprobación, eramos mejores amigas desde pequeñas y por más que todos la adularan solo necesitaba mi asentimiento para saber que todo estaba bien.
—Alucinante—le dije, ella sonrió satisfecha.
Mientras mis amigas iban de un lado a otro arreglándose y hablando, realmente no escuchaba ni prestaba atención a lo que decían, estaba completamente concentrada en como la teoría de Freud, el padre del psicoanálisis explicaba las fuerzas inconscientes que motivan al comportamiento humano. Ajena a el mundo exterior, siempre pasaba cada vez que tomaba un libro y comenzaba a leer.
Era imposible poder concentrarme en otra cosa que no fuera aquello que leía. Por suerte mis amigas estaban acostumbradas a ello y no se molestaban cada vez que me ponía a leer.
—Jess—la cara de Bruce estaba frente a mi, observándome directamente—Ya es hora de irnos, ya estamos listas—. Cerré el libro y me levanté de la cama aún con el libro en las manos, pensando en que lugar de la casa es más cómodo leerlo sin preocuparme por el ruido. Al ver mi acción Bruce negó rotundamente.
<<Ah no, deja el libro, bailarás con nosotras esta noche.
Bufé en negación, buscando la mirada de Hanna para que me apoyara, pero ella reaccionó de la mima forma.
—Es mi cumpleaños Jessie, quiero compartirlo con mi mejor amiga.
A veces tus amigas son quienes apagan tu brillo.
Aunque Hanna tenía razón, siempre hemos compartido nuestros cumpleaños juntas a toda cosa, pero aún así el libro estaba tan interesante que de solo pensar que tendría que esperar varias horas para seguir leyendo, era un tanto frustrante.
Opté por dejarlo sobre mi bolso y salir junto a ellas, claramente con el ligero fastidio notable en mi rostro.
—¿Quiénes vendrán? ¿Invitaste a Mason?—Volvió a preguntar Bruce, Mason era su novio desde hace dos años pero en ese momento el estaba molesto con ella, su plan sería arreglar las cosas e invitarlo a bailar y luego enrollarse o algo así.
—Aaron dijo que vendría con sus amigos y obvio que Mason estará aquí—Respondió Hanna, terminando de retocarse el maquillaje antes de abrir la puerta para por fin salir.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra historia bajo la luna roja
Teen FictionEn un mundo marcado por el eco de las cicatrices emocionales, Jessica, una estudiante de psicología, se sumerge en su pasión por entender el comportamiento humano y ayudar a quienes han sufrido, pero lleva consigo la terrible experiencia con su exno...