Nick.
Eran las 7pm y me encontraba en mi habitación recostado en mi cama escuchando Softcore de The Neighbourhood, cuándo escuché mi teléfono sonar a un lado indicando una llamada. Irritado lo tomé y vi que se trataba de Aaron, mi mejor amigo. Descolgué y me lo llevé a la oreja.
—¿Que quieres?—. Dije esperando que fuera rápido para poder seguir escuchando música tranquilamente.
—Buenas tardes para ti también, yo estoy bien por cierto ¿que tal tú? —espetó con sarcasmo.
—Deja el sarcasmo por un momento y dime que quieres —Exclamé con rabia—Habla ya, o cuelgo.
—Muy bien bien—Respondió, y pude imaginar que alzo las manos en señal de rendición—: Hay fiesta hoy en casa de Hanna ¿quieres venir?
—No lo sé bro, tengo muchas cosas que hacer.
—Ambos sabemos que no tienes nada que hacer más que encerrarte en tu cuarto y oír de tu música rara.
—Aún no consigues nada bueno para convencerme de ir.
Desde la otra linea no hubo más que silencio por unos segundos.
—Vamos amigo, necesito enserio que vayas conmigo. Quiero estar un tiempo a solas con Hanna—-pensó unos segundos y dijo—: Además, irá Jessica.
—¿Y que con eso?—expresé con total confusión ante lo dicho por Aaron.
—Que es linda, y ellas están en plan de conseguirle a alguien asi que tu puedes, ya sabes....
—No entiendo tu punto—corté —:Contexto amigo.
—Mierda Nick— se exasperó—. Solo digo que, puede ser que se lleven bien. Hanna me ha dicho que tienen muchas cosas en común. Además, si estas con ella tal vez pueda estar un tiempo a solas con Hanna, me han dicho que estarían toda la noche con ella porque no le gustan las fiestas.
Me quedé unos minutos pensando si acceder o no a la petición de mi querido amigo, realmente no tenia mucho que hacer el dia de hoy, y hace mucho que no iba a una fiesta.
—Me lo debes—. Accedí al final, escuchando un "Woooh" por parte de Aaron.
—¡Genial!—exclamó—: Paso por ti a las 8:30.
—Seguro cariño—espeté con burla.
—Idiota—exclamó entre risas—: Ponte lindo no quiero pasar pena— y colgó.
Me dispuse a escuchar música otro rato más hasta que se hicieron las 8:00 y empecé a arreglarme.
Opté por ponerme mis tenis blancos, un jean negro, mi camiseta favorita de The Neighbourhood y mi gorro de lana negro.
Me puse perfume, tome mis llaves, mi teléfono, y salí de mi habitación cerrando la puerta. Al bajar las escaleras me dirigí hacia la cocina donde estaba mi mamá haciendo uno de sus maravillosos postres.
Ella al notar mi presencia se volteó hacia mi y me miró de arriba a abajo.
—¿Saldrás esta noche?—cuestionó mamá con una espátula en la mano.
—Amm, si— me acerqué a ella y bese su frente—:Regreso mañana, estaré con Aaron.
—No hagas nada estúpido—ordenó.
—No prometo nada— me limité a responder.
Ella entornó los ojos en mi dirección y me apuntó con la espátula amenazadoramente. A lo que yo respondí alzando los brazos en señal de rendición mientras reía.
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Nuestra historia bajo la luna roja
Novela JuvenilEn un mundo marcado por el eco de las cicatrices emocionales, Jessica, una estudiante de psicología, se sumerge en su pasión por entender el comportamiento humano y ayudar a quienes han sufrido, pero lleva consigo la terrible experiencia con su exno...