Dentro de nosotros hay una cosa que no tiene nombre, esa cosa es lo que somos.
José Saramago.
Jessica.Había llegado el martes.
Pero, de la otra semana. Ya que nunca aparecí ese día en el que había invitado a Nick a verme.
El miedo me había paralizado.
La ansiedad había vuelto como un huracán, haciendo que volviera a encerrarme en mi burbuja sin hablar ni querer ver a nadie más que a mi madre y mi hermano.
No me malinterpretes, claro que me había fascinado la salida. Lo cuál pensé que no sucedería ya que nunca imaginé que rojito fuera tan inteligente y creativo como para investigar mis gustos y querer llevarme a una librería para nuestra primera cita.
¿Eso quiere decir que habrá más de una?
¿Que? No, no dije eso.
Haz dicho "nuestra primera cita" es obvio que habrán otras.
No digas locuras, sólo son oraciones sin sentido.
Seguro.
Pero, invitarlo a mis clases privadas fue un poco impulsivo. Por no decir mucho, claro está. Me había dejado llevar por el momento.
Ese, además de mi habitación. Era un lugar seguro y secreto para mi, y por esa razón solamente se lo había comentado a Ethan, ya que si se lo mencionaba a mis padres se lo dirían a toda la familia y eso, obviamente suponía un problema.
No me fiaba mucho que me haya prometido que no le diría a nadie, y por esa razón nunca llegue a enviarle la dirección del lugar.
Y gracias a eso, ya van 10 llamadas perdidas, 15 mensajes y tres tocadas a la puerta de mi casa de parte del chico pelirrojo que estaba empezando a ponerme nerviosa cada vez que pronunciaba mi nombre.
Y el día de hoy no fue la excepción. Ya que a las 3:00 de la tarde el timbre sonó, yo me encontraba en mi habitación leyendo, pero no me tomé la molestia de bajar a ver quién era ya que mis padres estaban abajo y no tenía de que preocuparme. Probablemente eran amigos de mis padres o de mi hermano, ya que Hanna estaba de viaje por unos días con su madre y Bruce en casa de Mason.
Hasta que escuché esa característica voz gruesa que tanto había estado rondando en mi memoria los últimos días, la voz de la persona que más me había llamado y dejado mensajes en todo el mes.
Esa voz, la voz que tanto he tratado de sacar de mi cabeza.
Pasaron aproximadamente 5 minutos cuando alguien tocó la puerta y ésta se abrió, mostrando la cabeza de Ethan.
-¿Puedo pasar?-preguntó, y yo asentí.
Abrió la puerta por completo y luego la cerró al entrar, lo miré expectante mientras caminaba sigilosamente por la habitación sin decir nada, hasta que decidí romper el silencio con una pregunta de la que ambos sabíamos la respuesta.
-¿Está allá abajo cierto?-El asintió.
-Mamá lo dejó pasar-suspiré-. Puedo decirle que se vaya.
-No hace falta....
-Jessie, ¿Que sucede?-me interrumpió, arrugando la nariz confundido-Siempre te llevo a tus clases sin ningún inconveniente, y luego sales con este chico de cabello extraño al que apenas conocemos, y mágicamente a los dos días ya no tienes ganas de ir, cuando es tu lugar favorito-hizo una pausa, para después mirarme con preocupación-¿Te hizo algo en esa cita? Porque si te tocó un solo cabello se va acordar del día en que nació.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra historia bajo la luna roja
Teen FictionEn un mundo marcado por el eco de las cicatrices emocionales, Jessica, una estudiante de psicología, se sumerge en su pasión por entender el comportamiento humano y ayudar a quienes han sufrido, pero lleva consigo la terrible experiencia con su exno...