Jessica.
Habíamos llegado a la cafetería.
Tan solo 3 cuadras nos bastaron para llegar. La cafetería Dinner's day está inspirada en los años 80, su piso es de mármol con cuadros blancos y negros, con sus mesas blancas y sus asientos rojos, y muchas decoraciones brillantes con una barra de luces led al costado que alumbran en la noche, y una rockolla en la esquina donde ponen música de diferentes tipos de bandas. Los dueños son una pareja de unos 40 años, muy amables.
Desde que tengo memoria mis amigos y yo decidimos poner ese sitio como nuestro lugar especial para almorzar o desayunar y pasar el rato. Allí sirven unas delicias súper irresistibles.
Lo primero que pude notar al llegar, fue que hoy estaba muy llena la cafetería, normalmente no estaba tan abarrotada de gente los martes. Y lo segundo que pude percibir fue que, en la última mesa junto al ventanal donde siempre nos sentábamos, estaban nada más y nada menos que el chico zanahoria y Aaron, charlando.
Oh no.
Pobre alma en desgracia.
Y lo peor de todo no era que estuvieran, era que no tenía como huir, porque en primer lugar ya habíamos llegado y las chicas no me dejarían irme, y en segundo lugar ¿que les diría a mis padres y a mi hermano cuando me vieran llegar repentinamente 10 minutos después de haberme ido?
«Oh, es que, estaba un chico zanahoria al que casi beso en la fiesta de Hanna y con quien dejé mi dignidad en el subsuelo por primera vez en la historia»
Muy convincente, lo sé.
Ya que mi huida estaba más que olvidada, seguí a las chicas por la cafetería hasta llegar a la mesa.
Al llegar, Hanna se sentó junto a Aaron y el la recibió con un beso en la mejilla y una sonrisa plasmada en el rostro. Mason y Bruce se sentaron juntos en la otra esquina de la mesa y yo, me senté junto a Hanna, y Nick quedó justamente frente a mi.
Me lleva la que me trajo, una vez más.
Acababa de sentarme cuando pude sentir los ojos de Nick sobre mi, y eso me puso nerviosa.
Una camarera llamada Ellie nos atendió.
—¿Que van a pedir?—preguntó.
—Un batido de chocolate con menta—pidió Hanna, mientras Ellie escribía en una pequeña libreta en sus manos.
—Yo quiero chocolate con vainilla—dijo Aaron.
—Maní y granola—habló Bruce.
—Fresas y crema—pidió Mason.
Los últimos por pedir eramos Nick y yo, y Ellie nos miró a la espera.
—Brownie—dije sin pensar, era mi favorito.
—Uno de brownie y unos panqueques, por favor—pidió Nick, casi al mismo tiempo que yo.
Nick y yo nos miramos mientras Ellie anotó todo y se fue, anunciando que nuestros pedidos estarían listos alrededor de 15 minutos, zanahoria sonrió.
Desvíe la mirada.
—Así que te gusta el brownie eh—habló Nick después de un rato, mientras los demás estaban hundidos en su aburrida conversación.
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Nuestra historia bajo la luna roja
Подростковая литератураEn un mundo marcado por el eco de las cicatrices emocionales, Jessica, una estudiante de psicología, se sumerge en su pasión por entender el comportamiento humano y ayudar a quienes han sufrido, pero lleva consigo la terrible experiencia con su exno...