Hyoga x Shun Songfic Compilation

No Importa la Distancia

Canción: No Importa la Distancia
Intérprete: Ricky Martin
Película: Hércules (1997)

Una vez soñé
Que en algún lugar
Yo podría ser alguien

Shun miraba desde la ventana como su hermano jugaba con los demás niños del vecindario, deseaba unírseles, y nada se lo impedía, pero el pequeño prefirió quedarse observando desde su lugar.

Cómo admiraba a su hermano...

Ikki era fuerte y grande, seguro de sí mismo y no le tenía miedo a nada; por el contrario, Shun era delgado, de baja estatura, siempre estaba dudando de todo lo que hacía y para ser francos, le asustaban varias cosas. Aunque el peliverde no tenía problemas con su forma de ser, en ocasiones deseaba poder ser y hacer más, como Ikki.

Todas las noches, el pequeño le rogaba a las estrellas que le dieran un propósito noble a su vida, que lo hicieran valiente y fuerte como su hermano.

Los años pasaron, y Shun se proponía cada día al levantarse que enfrentaría todas las piedras que el mundo tuviera a bien aventarle, que superaría sus miedos y que se mostraría firme ante las adversidades; en ocasiones sentía que era otra persona, que habitaba otra piel, pero al recordar que todo aquello era necesario para alcanzar a su hermano mayor, se disponía a continuar.

Todas esas decisiones lo llevaron a tomar un entrenamiento bastante duro y brutal en Grecia, con tan sólo trece años; a decir verdad, Shun no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo allí, él no era esa clase de persona, de esas que prefieren arreglar todo con golpes y violencia, eso era cosa de... Ikki.

En su grupo de entrenamiento conoció a Seiya, Shiryu y Hyoga.

Si lograse amar

Por alguna razón, Shun sentía que podía ser él mismo con ellos, no tenía la necesidad de fingir dureza en los momentos difíciles o hacerse el valiente cuando el terror lo invadía, podía confiar totalmente en ellos; especialmente en Hyoga, con él logró desarrollar una conexión que jamás pudo con su hermano.

Y también soñé
Que si he de triunfar

-¿Por qué pretendes?- Hyoga preguntó abruptamente mientras ambos tomaban un descanso de su entrenamiento. Shun lo miró extrañado.

-¿De qué...

-¿Por qué pretendes ser alguien que no eres?- el rubio lo miró directamente a los ojos. Shun enmudeció y tragó saliva, nervioso.

-Te he observado desde que nos conocimos, y siempre actúas como si fueras tu hermano...- el japonés desvió la mirada. -Excepto cuando te dejas llevar y se te olvida fingir, entonces muestras tu verdadero tú.

Hubo un breve silencio entre ambos, hasta que Hyoga lo rompió.

-¿Por qué odias ser quien eres?- el peliverde volvió a mirarlo, intentando contener las lágrimas que querían escapar de sus ojos.

-P-porque... porque soy débil... inútil y... cobarde...- cada palabra que salía de la boca de Shun se encajaba como una daga en el corazón de Hyoga.

-Eso no es cierto...- el ruso fue interrumpido por un bufido del japonés.

-Tú no me conociste antes de... todo esto. No sabes como era... como... soy.

-Sé que eres sensible, amable y... que sientes un tremendo amor por todo lo que te rodea. Shun, mírame- Hyoga lo tomó por los hombros, obligándolo a voltear. -Ser sensible no quiere decir que seas débil, y que te den miedo varias cosas no significa que seas cobarde... eres la persona más valiente que jamás he conocido.