Hyoga x Shun Songfic Compilation

The One That Got Away

Canción: The One That Got Away
Intérprete: Katy Perry
Álbum: Teenage Dream (2010)

-¡¿Estás siquiera escuchándome?!

-¡Qué diablos te sucede!

-¡Hyoga! ¡Esto no puede seguir así!

-¡Estás demente!

-Si esto no cambia, me perderás para siempre...

Summer after high school when we first met
We make out in your Mustang to Radiohead
And on my 18th birthday we got matching tattoos

Miré mi figura reflejada en el espejo, de arriba a abajo. Mi unifrome, impecable; mi cabello, perfecto; la sonrisa en mi rostro, creíble.

De verdad que odiaba el primer día de escuela, sobre todo si se trataba de iniciar en un nuevo colegio. Mi padre había conseguido un excelente empleo en una de las más grandes, caras y principales ciudades del país: Moscú. El trayecto desde Samara había sido eterno y tortuoso, no puedo decir que por la desgarradora despedida de mis amigos, porque no los tenía, los niños ricos no acostumbramos tener amistades, al menos no verdaderas. Te juntas con quien sirva a tus propósitos, o en su defecto, con quien le convenga a tus padres; al final no extrañaba de verdad a esas personas, de hecho, jamás volví a pensar en ellas.

Y ahora la historia se repetía, pero en la capital, donde los ricos son más ricos, esnobs y engreídos; ya espero que me barran con la mirada mientras juzgan a la chica rica de provincia. Que es bien sabido que todos ellos poseen casas de verano ahí, pero esa es la clave: verano. Ninguno de ellos realmente vive ahí.

Llegué al salón con la más amplia sonrisa, una que me costó mantener cuando descubrí que las bancas eran dobles, y sí o sí debía de compartir asiento con alguien. Sólo me quedaba rezar que fuera alguien tolerable.

No pude pedir a un compañero mejor.

Hyoga Alexeyevich Lebedev.

Un muchacho por demás atractivo, con ojos azules como el cielo y cabello rubio como de oro; su piel era de un hermoso tono bronceado y su gallarda cara estaba adornada por esa sonrisa segura y algo creída.

Sin pensarlo dos veces tomó asiento junto a mí, y mi corazón dio un vuelco, mi respiración comenzó a agitarse y por más que quise,  no pude quitar mi mirada de él, estaba completamente embobada.

-No te había visto por aquí.- dijo a modo de saludo. -¿Eres nueva?- ¡Por Dios! Aquella voz era tan suave y seductora, ¡qué va! Todo de él era extremadamente sensual y perfecto... ¿ya les mencione que era guapo?

No sólo lo pensaba yo, todas las chicas de la escuela se desvivían por aquel chico, que al parecer no tenía novia.

Me las ingenié para salir de mi trance y contestarle.

-S-Sí...

-¡Bienvenida! Soy Hyoga Alexeyevich, pero llámame Hyoga nada más.- esbocé una sonrisa tonta.

-S-Soy Erii...- mi patronímico y apellido escaparon de mi cabeza, y antes de que pudiera recordarlos, Hyoga volvió a hablar.

-Un placer, Erii.

Ese día fue espectacular. Al parecer Hyoga no tenia más amigos, pues se quedó conmigo todo el día. Platicamos de un montón de cosas, y poco a poco me fui soltando con él. Adoraba estar a su lado, y al parecer yo también le caía muy bien. Con los días nos hicimos más cercanos, lo consideraba únicamente un amigo, y creo que era igual para él,  pero internamente yo deseaba que fuera algo más.