Hyoga x Shun Songfic Compilation

Rewrite the Stars

Canción: Rewrite the Stars.
Intérprete: Zac Efron & Zendaya.
Película: The Greatest Showman (2017).

You know I want you
It's not a secret I try to hide

Shun tamborileaba sus dedos sobre el blanco mantel de algodón. Se la estaba pasando muy bien, a pesar de que no había bailado en absoluto, pero no necesitaba hacerlo para divertirse, ya se había hecho a la idea anteriormente.

Su entretenimiento era simplemente observar a sus amigos y conocidos desenvolverse en la pista de baile, entre los que destacaban los ridículos movimientos de Seiya. Uno pensaría que por ser amigo íntimo de los novios se comportaría, pero evidentemente no fue así. Marin había bailado media canción con él antes de alejarse nerviosamente de regreso a los brazos de su ahora esposo, Aioria.

Hyoga, por otro lado, había ido de mujer en mujer bailando lo que llevaba la noche. No por decisión propia, sino por necesidad. A las fiestas se iba a bailar, en especial a las bodas, pero no habiendo logrado convencer a Shun, se había tenido que conformar con un sinfín de Saintias y Caballeros femeninos a las que no conocía.

No entendía porque la resistencia de Shun por bailar con él. Su relación no era un secreto, al menos no para sus conocidos. ¿Por qué se reusaba a bailar con él? Lo habían hecho anteriormente, en fiestas de cumpleaños o cuando estaban solos. Ciertamente —ahora que lo pensaba—, jamás habían bailado juntos en esa clase de eventos, que tampoco habían sido muchos.

I know you want me
So don't keep sayin' our hands are tied

Sin embargo, había una razón por la que Shun prefería aburrirse en su mesa antes de salir a bailar por la pista del brazo de Hyoga.

El Cisne no daba crédito a ninguna excusa que su novio pudiera inventarle: se tomaban de las manos siempre que podían, estuvieran en público o a solas; compartían besos fugaces y bonitos de vez en cuando en alguna cafetería, en el parque, en la tienda, ¡en dónde estuvieran! En efecto, Shun era un poco reservado y prefería dejar los besos apasionados a puerta cerrada. ¡Pero bailar no era esa clase de cosa! Era una actividad recatada y aceptada por la sociedad, sin mencionar un momento íntimo que la parejas llevaban gozando desde tiempos inmemoriales.

¿Qué andaba mal entonces?

Nada en realidad, pero en la cabeza de Shun, un millón de dudas.

Besarse en lugares públicos donde nadie los conocía era una cosa, también tomarse de la mano frente a sus amigos cercanos que sabían perfectamente el estado de su relación. Pero hacerlo frente a personas, no personas, ¡colegas! Compañeros de trabajo —que de por sí lo consideraban más afeminado de lo que en realidad era, y por ende, delicado—, que, si bien no los consideraba íntimos, no entraban exactamente en la categoría de extraños, y no deseaba que hablaran más de la cuenta sobre él y los posibles intercambios, románticos o no, que pudiera tener con Hyoga.

Claro que si Shun se hubiera puesto a pensar que por lo menos la tercera parte del Santuario era conformada por griegos, a quienes poco o nada les importaba con quien se diera de besos o se pusiera a bailar, se habría dado cuenta de que sus pensamientos y preocupaciones estaban totalmente carentes de fundamento.

You claim it's not in the cards
And fate is pullin' you miles away
And out of reach from me

No obstante, aquellas ideas estaban más arraigadas en Shun de lo que Hyoga podía concebir.

Desde que era un adolescente —y después de haber descubierto y aceptado su homosexualidad—, Shun de había hecho a la idea de que una vida normal no estaba en las cartas para él.