WooYoung tiene una gran obsesión por el niño adorable de su salón que posee el nombre de San. Y tiene grandes deseos de ver sus marcas en el pequeño y blanco cuerpo de San, que luce tan delicado e inocente.
San tiene interés en ese chico que lo mir...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
San salió de casa de WooYoung como alma que lleva el diablo, subió en un taxi y pidió que lo llevaran hasta su casa (una vez allí), le pidió al hombre que lo esperara y que volvería rápido para que lo llevaran a la central de trenes, el taxista le dijo que lo esperaría, así que San bajo del transporte subió hasta su departamento con muchísima prisa, fue por su maleta la cual había dejado en su cama, la mochila la había dejado en el taxi así que no demoro mucho en volver al taxi.
El automóvil siguió su curso, San se puso sus audífonos, coloco música, decidió que en el camino le mandaría mensaje a su jefe del trabajo en la cafetería, al llegar San pago y no demoro ni un minuto en baja, camino hasta la cabina de pasajes y compro uno, en un par de minutos ya se encontraba dentro el tren, saco su teléfono y se dispuso a mandarle mensaje a su jefe.
Jefe, me surgió un imprevisto y no podre ir hoy, ni mañana al trabajo, lamento no haber avisado con más tiempo.
San miraba su celular impaciente, quería estar seguro de que su jefe estaría consiente de que no iría al trabajo y solo podría estar tranquilo hasta que viera como mínimo el visto, sintió una vibración.
Jefe
No te preocupes, San, lo entiendo, gracias por avisarme.
San se sintió mucho más tranquilo, volvió a ponerse audífonos para después volver a reproducir la música, aunque esta vez más tranquila, ya que a pesar de haber logrado dormir la inquietud lo había hecho levantarse en más de una ocasión en la madrugada, la tranquilidad de la música lo hizo sentir sus ojos pesados y en poco tiempo cayo dormido en brazos de Morfeo.
San se encontraba saliendo de la central cuando tuvo le llego un mensaje de su hermano en el cual indicaba que lo vería en la entrada principal y que ya estaba ahí, al leer lo ultimo San apresuro su paso para llegar lo más pronto a la entrada, en la cual no tardo ni un segundo en identificar el auto de su hermano quien se encontraba aun lado del vehículo.
– Hola, hermanito.
San miro al mayor, no tardo ni un segundo en abrazar al hombre que lo cuido gran parte de su vida, lloro en su hombro dejando húmeda la tela que cubría aquella zona y el mayor no dudo ni un segundo en corresponder su abrazo y dejar pequeñas caricias en la espalda de su hermanito.
— Sanggie, hyung, lamento no haber venido hace tiempo — él menor hablo entre hipidos causando que todo su cuerpo temblara al hacer esto.
YeoSang, el hermano mayor de San vivía en Incheon, lugar en el que ambos nacieron. YeoSang trabajaba en la empresa de su padre, ya que su sueño siempre fue trabajar en lo mismo que aquel hombre, por ende, al trabajar ya podía mantenerse y por esa razón decidió rentar un departamento y vivir solo, bueno eso fue hasta que se volvió pareja de su actual novio.