WooYoung tiene una gran obsesión por el niño adorable de su salón que posee el nombre de San. Y tiene grandes deseos de ver sus marcas en el pequeño y blanco cuerpo de San, que luce tan delicado e inocente.
San tiene interés en ese chico que lo mir...
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Viernes por la tarde. San odiaba los viernes por la tarde debido a que ese era su único día en el que tenia que trabajar en aquel club que tanto odiaba, solo por cubrir el turno de su mejor amigo, ya que los viernes no podía ir a su turno por algo de su salud y su jefe le permitía faltar solo si había alguien que lo cubría y además le daba su paga a San, si San era honesto la paga era realmente buena y como era el único día de la semana que iba y a varios hombres que asistían al lugar les gustaba mirar al lindo camarero que solía llevar un puchero en su rostro dejaban mucha propina y papeles con su numero, para él lindo chico.
En ese momento San se encontraba terminando su turno en el café cuando le llego un mensaje de el amigo de WooYoung, él chico fue muy amable cuando San se acerco para preguntarle si podía preguntarle a su amigo si podía ser su pareja para el proyecto que química, en realidad hubiera preferido hacerlo solo de no ser porque BeomGyu (pareja de de Choi YeonJun) y Felix (novio de Seo ChangBin) le convencieron de preguntarle a YeonJun si podía hacer equipo con WooYoung.
Decir que San se encontraba ligeramente feliz sería mentira, en realidad él en ese momento podría haber saltado de alegría, si era honesto le había dado entristecido que WooYoung se negará a formar equipo con él, pero al leer el mensaje en el qué avisaba que WooYoung había aceptado y además le pasarán el número de él chico, lo ponía extremadamente feliz pero tenia que controlar sus emociones así que solo ignoró las ganas de saltar de alegría. Contestó el mensaje agradeciéndole a su hyung por ayudarlo y salió de la cafetería.
San caminó hasta su departamento el cual se encontraba cerca de el café en el que trabajaba, una vez dentro de su departamento, se cambio de ropa colocándose un pantalón negro pegado a sus delgadas pero lindas piernas, una playera que si no se equivocaba era de chiffon y unos tenis negros de una marca cualquiera y nada importantes. Una vez vestido salió de su casa y se encamino hasta su trabajó nocturno de los viernes.
Llegó al edificio donde se encontraba el club nocturno, las chicas que trabajaban en ese lugar lo adoraban, no sólo las meseras, también las bailarinas y los chicos a veces (cuando podían) lo defendían de uno que otro viejo acosador con fetiches extraños, en realidad no era tan mal trabajó ya que entre los trabajadores del lugar se ayudaban y eso era muy lindo.
Entro al lugar y tomo la camisa que debía usar, entro a uno de los vestidores, se cambio a la camisa negra para el trabajo, salió del vestidor y se encontró a YeJi sentada mirando a la nada.
— Hola, linda —, saludo cortésmente San haciendo una pequeña reverencia.
— Sannie ¿cómo estás, pequeño? —, preguntó la chica abrazando al niño de adorable rostro, en verdad era muy adorable ese niño.
— Estoy bien —, contestó e hizo una pausa, — ¿y usted? ¿Cómo le fue esta semana? —, preguntó a la chica.
— Fue una buena semana a veces son semanas difíciles, pero esta semana ha sido muy buena y positiva —, contestó la chica con una sonrisa. -deberíamos ir a trabajar no nos pagan por estar sentados, Sannie —, dijo la chica y se levanto de su asiento seguida por él chico de lindo.
[...]
Una vez a San le llegaron sus minutos de descanso fue a la habitación de los empleados, en el lugar se encontró a una de las chicas favoritas tanto de los clientes como de él, quien al verlo salto de su asiento.
— Sannie ¿recuerdas que te hablé de las deliciosas galletas de HyoJong? —, San asintió al instante para su mayor para después darle un trago al vaso de ella, — bueno pues lo convencí para que te hiciera unas de sus delicias y aquí están —, mostró las galletas al chico para después dárselas y que él chico termina aceptando con una reverencia.
— Gracias, Jessi Noona —, agradeció San haciendo otra reverencia.
Jessi era de sus Noonas favoritas, si la llamaba no importaba la hora ella iba a él para ayudarlo. Anteriormente ya había sucedido tuvo un percance un viernes después del trabajo en el club sucedió que dejó su llave en el interior de su casa y no podía entrar entonces la llamó (ya que YunHo no se encontraba en Seúl en ese momento) y ella lo llevó a su casa para que San descansará y en la mañana a una hora aceptable regresará a su casa y llamara a un cerrajero.
–Eres tan lindo —, menciono alargando la "o", — San si pudiera apachurrar tus mejillas todo el día lo haría —, soltó la chica con gran emoción apretando las mejillas del chico.
— Jess, deja al pobre chico lo vas a exaltar —, habló un alguien entrando a la habitación de descanso, — además ya se acabo tu descanso —, aquel anuncio genero que la mayor hiciera una mueca de disgusto que hizo al menor soltar una pequeña risa.
— Hola, Woo hyung —, habló San abrazando al chico de gran altura que acababa de llegar, casi colgándose de el cuello del mayor.
— ¿Cómo estuvo tu semana, Sannie? —, preguntó JungWoo acariciando el cabello del menor mirándolo en espera la respuesta
— Estuvo tranquila, Woo hyung ¿Cómo estuvo la suya? YunHo hyung dijo que JaeHyunnie hyung vino y se peleó con un cliente —, anunció el chisme que le había contado su mejor amigo
— Pues fuera de esa pelea que YunHo no tuvo que comentar estuvo bien, no tranquila pero fue lo usual de casi siempre–. Contesto JungWoo con una pequeña mueca, la cual cambio rápidamente por una sonrisa.
JungWoo era otro buen hyung que San amaba, pues él siempre lo cuidaba como a un niño (como a un hijo), JungWoo a veces lo llevaba a su casa o le llevaba comida para la mañana del sábado, JungWoo lo cuidaba como muy pocos en el pasado, pues el conocía las cosas que había pasado.
JungWoo a San le permitía más tiempo de descanso, solo los días que el dueño no iba, porque cuando estaba él, a veces JungWoo terminaba con problemas.
San continuó su platica con su hyung hasta que recibió una llamada de su hermano mayor.
— Hola hyung —, habló por primera vez contestando la llamada, — ¿a qué se debe el placer de recibir una llamada suya? Normalmente yo lo llamo —, preguntó realmente confundido ante el acto de su hermano mayor
–Te tengo noticias, Sannie
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Esta historia esta teniendo cambios y aunque yo sé que las nuevas parejas tal vez no sean ni de mi agrado, lo haré por un buen envejecimiento de la historia.
en fin, besitos, les amo mucho, espero les gusten los cambios que voy a estar haciendo a la historia, tengan lindo día.