WooYoung tiene una gran obsesión por el niño adorable de su salón que posee el nombre de San. Y tiene grandes deseos de ver sus marcas en el pequeño y blanco cuerpo de San, que luce tan delicado e inocente.
San tiene interés en ese chico que lo mir...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de la llamada con WooYoung, estuvo un enorme rato con su familia, tanto a él como a su hermano les parecía raro el comportamiento de su papá, él estaba feliz pero al mismo tiempo no entendía como podía ser posible que su papá lo quiera apoyar, tampoco entendía como su madre estaba abierta a este cambio, así que aun en el departamento de su hermano decidió que necesitaba descansar de esta nueva convivencia familiar.
— ¿Sabes? su padre era como es ahora, seguro nuestro Sanggie tiene algún recuerdo de como solía ser, pero tu estabas muy pequeño, esas fotos de casa donde todos nos vemos verdaderamente felices, son todas ciertas —, las palabras de su madre lo hicieron suspirar.
— ¿Por qué cambio?
—Comenzó a distanciarse por el trabajo, su posición ocupa que él sea firme, él se dio creyó que necesitaba ser perfecto y en la búsqueda de la perfección se volvió duro, quería que ambos tuvieran todo, así que quería que se volvieran una copia de él, tú hermano desarrollo el gusto, pero cuando se entero que tú no querías lo que el quería que fueras, pensó que negándote todos tus privilegios serías como él soñó —, la mujer abrazo a su hijo, — se que es difícil aceptar algo que no recuerdas, pero te voy a dar un consejo, aprovecha esto y si puedes hazlo sentir un poco mal por ello, los hijos necesitan ser amados —, vio a su madre entrar de nuevo al departamento,
Cuando San se ponía a pensar en todo lo que paso en su infancia, de no ser por su hermano y su madre, podría haber decretado que su infancia fue una mierda, ellos de alguna forma lo habían cuidado como podían, pero nada habría sido mejor que tener a su papá cuidando de él, tan solo amándolo. Odiaba que solo por la enfermedad su padre quisiera arreglarlo, él sabía que su padre no tenía mala fe, pero le parecía de alguna forma egoísta.
Suspiro mirando el cielo, mordió su labio, se sentía como un extraño en su segundo hogar, una parte de él quería regresar ya a Seúl, sintió una presencia a su lado, por el aroma sabia que se trataba de SeongHwa, él también estaba molesto porque estuvo ahí cuando le grito a YeoSang por ser gay, se abrazo al mayor y sin decir nada se soltó a llorar, había reprimido esos sentimientos y al fin los dejaba fluir, el mayor acaricio su cabello, los gritos del llanto del menor eran silenciados por la ropa del mayor.
— No puedo comprenderlo.
— Nunca lo vamos a comprender, pero ya esta en él esforzarse y tú no tienes que presionarte para quererlo, estas en tu derecho de odiarlo, de tener tu espacio y si él quiere arreglar las cosas se va a tener que esforzar el triple.
— Pero no quiero que se esfuerce, porque eso implica que lo voy a perdonar.
— No lo tienes que perdonar si no quieres, pequeño —, SeongHwa mantuvo sus caricias hasta que San se calmo, — la confianza no se gana, tú la puedes otorgar a tu antojo y no estas mal si no la das a la primera palabra bonita o si no la das nunca.