6.- impotencia.

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El sentimiento que por un largo tiempo gobernó en el corazón de izuku fue la importancia.

Tan repetitivo y desgarrador, la impotencia de no poder actuar, hablar o cambiar.

Nada esta en sus manos, por más llanto que sus ojos derramen nada cambiará, por más que hable o grite por ayuda nadie actúara.

La importancia de ver el sufrir de la gente y no tener el poder para cambiar de alguna manera el destino de ellos, lo llenava de una cantidad imaginable de importancia y dolor.

Por más que se esmerara en cambiar, su actuar nunca fue suficiente.

¿De que manera cambiaría al mundo un adolescente inútil sin quirk? De ninguna.

¿Él que podría hacer? ¿como podía ayudar? De ninguna manera, ni soltar palabra podía.

Un completo inútil. Un espectador imposibilitado, sin poder cambiar el curso de una historia que no está escribiendo.

Sin embargo el mundo sigue.

El tiempo avanza y no tiene ni una pisca de piedad hacia las personas que no pueden avanzar, a las personas que se estancaron en el dolor y la incertidumbre.

Aunque el dolor domine su cuerpo esa no es una razón suficiente ante los ojos de los demás, solo pone excusas inservibles.

Las actividades diarias se deben realizar si no quiere ser llamado inútil, si no quiere las miradas juzgates encima suyo.

Como si él pudiera eligir su sentir, como si con solo anelar estar bien lo estará.

Un sin fín de cosas que hacer que roban los suspiros, y no hay suficientes descansos en el mundo, para tan siquiera devolver un podo del aire constantemente arrebatado.

Solo seguir aguantando con el peso de los ojos encima suyo, con el peso de saber que aunque actúe no cambiara nada y si llegase a cambiar algo solo empeoraría la situación.

Hay que callar para sonreír, silenciar los gritos de su alma esperando que nadie note la sangre que de su corazón se escurre.

Dándole tiempo al tiempo para poder saber si algún día superara la impotencia que en su cuerpo crece.

Sabiendo todo eso culpa a la sensibilidad de su cuerpo de los cambios que tienen sus sentimientos, reír y llorar dependiendo de la hora del día, un cambio tan radical y tan rápido que ni lo deja acostumbrarse al nuevo sentimiento que viene de adentro.

"Solo hay que superarlo" Maldita sea la frase que alguna ves dijeron, una frase que izuku escucho tantas veces y a aborrecido un número mayor de veces.

Como si fuera tan fácil para él, realmente lo a deseado y a esperado acabar con el desprecio que la sociedad lo a obligado a tener sobre sí mismo.

No le imortaria si solo una voz opinara eso de su persona, pero al saber que contrario de lo que a deseado son miles y miles las que opinan lo mismo, le era difícil no martirizarse la cabeza pensando en lo inservible que él es desde su nacimiento.

Ante los ojos de la sociedad él no era nada.

Y nunca sería nada.

Impotencia, si, eso volvió a sentir después de haber llegado a la absurdo conclusión antes dada.

¿Por qué diablos el debería sentirse mal por algo que no estaba a su dominio? Como le hacía la gente para ser tan ignorante y no darse cuenta de lo absurdo que era repudiar a alguien sin don.

¿Por qué culpar y hacer sentir miserable a alguien por algo tan insignificante como un don? Hay miles y miles de personas con uno, deberían de parar de quejarse porque solo uno no haya nacido con esa supuesta bendición.

Una bendición que solo lleva cargas con ella, la Impotencia de no actuar como todos piensan que debes actuar, la inutilidad que entra e invadir tu corazón cuando no eres como soñabas, el cansancio que persiste cuando sigues luchando por conseguir lo que todos te han dicho que debes conseguir.

¿Por qué no lo consiguen ellos si tanto lo desean? Dejen a los demás a su ritmo y no obliguen a alguien a llevar el peso de no tener un don y no servir para ser un héroe, también dejar de presionar a alguien para que supere a la persona más fuerte que sé a conocido.

La impotencia de tener a todos encima suyo por ser un inútil, o por no serlo.

Desde siempre la impotencia a invadido a todos de mayor o menor manera, es una maldición de la que nadie se libera aunque rece, llore o luche por acabar con esta, al contrario, solo crece cuando más quieras acabar con ella.

Por más que se luche por satisfacer a todos y acabar con la impotencia que nace en tu corazón, nunca podrás libérate de esta, nunca lo lograrás por completo.

Alguien alzará su vos insatisfecho y al escuchar esa voz la impotencia volverá por no haber podido complacer a esa persona.

Algunos se martirizaran al no haber logrado su objetivo y otros se intentaran engañar diciendo que no les afecto haber escuchado la queja ajena.

Pero por más que intentes engañar a tu corazón y mente, la impotencia sigue ahí, por más que se vaya siempre volverá.

Algo con lo que se debe aprender a vivir o en su defecto a ignorar.

Aunque en este mundo no todo siempre es duradero.

Afortunadamente para izuku la impotencia que antes lo invadía tan constantemente se a tomado unas vacaciones bastante duraderas.

Por fin después de mucho tiempo podía respirar sin tener una pesades detrás de él, acosandolo sin parar.

En algún momento esa impotencia iba a volver, pero ahora no sé quedaría por demasiado tiempo.

La impotencia ya no era su mayor pesadilla, si algo que evitaba a toda costa, pero ya no era un problema de su día a día.

Por fin se había liberado de ella contra todo pronóstico.

Y por si la curiosidad llegó a invadir la mente de la muchedumbre, la otra persona de la que se hablo secretamente igual se a liberado de la impotencia que por mucho tiempo lo gobernó.



















Hola, hola ¿Como están?

Por fin logré las 1000 palabras que se supone que todos los capítulos deben tener JSJSJSJSJ

Este capítulo estuvo inspirado en la impotencia que se siente al no poder ayudar a la gente que quieres.

Aunque al final se hablo de la impotencia de no cumplir las injustas expectativas de la sociedad.

Espero que les haya gustado, dejen sus opiniones y comentarios, es un gusto recibirlos.

Si hay algún error culpen al echo de que no e dormido nada y son las 6:17 am (⇀‸↼‶)

Sin más que decir me retiro.

AgobioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora