capítulo 5

88 4 0
                                    

Guerra, paz y libertad

Towa algo confundida se levanta y se da asimisma unos golpes no tan fuertes en sus mejillas para despertarse al terminar ella mira a Inuyasha y alegre le dice - ya estoy lista, salgamos de acá-

-Vamos- El hanyo algo entusiasmado da un gran salto hacia una de las rocas que rodean la tumba, después mira hacia atrás a ver si su sobrina lo seguía, algo que lo incómodo mucho pues ella seguía en la misma posición. - ¿Qué esperas? -

- ¿no nos vamos a despedir de Hōsenki?- pregunta con inocencia Towa

- No, el ya se ha ido- responde el mitad demonio

Towa algo decepcionada salto a otra roca cerca donde estaba Inuyasha -vamos -

Inuyasha a máxima velocidad saltaba de roca en roca llendo al horizonte, por otro lado la albina intentaba estar al nivel de el pero era casi imposible alcanzarlo pues el es muy rápido, además ella se distraía con el paisaje porque nunca en su vida en ambos mundos había visto algo así, entre esas distracciones miro hacia atrás y vio el cadáver de su abuelo por completó, cuando estaba entre el sabía a simple vista que era grande pero no enorme, en ese mismo momento donde ella estaba distraída viendo el cadáver no se dio cuenta que salto mal y no alcanzo a llegar a otra piedra.

Por el susto empezó a gritar, llamando la atención de Inuyasha entonces llegando a su rescate la sostiene del brazo y la lleva a una de esas colinas de piedras.

- ¿se puede saber qué rayos te pasa? -

-perdón, salte mal y no alcance a llegar, no estoy acostumbrada a esto- dice una decepcionada de ella misma la pequeña
hanyo.

-pues si ese es el problema debías decirlo antes y te cargaba, así no perdemos tiempo- un poco sonrojado el hanyo se agacho.

- gracias - con una gran sonrisa la niña se acomoda en la espalda su posible tio "es la primera vez que hace un acto amable conmigo, creo que nos estamos llevando bien ". Inuyasha dio un gran salto y siguió su camino, el al estar en ese mundo por un largo tiempo él ya sabía dónde ir, por otro lado Towa
admiraba con maravilla cada detalle del nuevo mundo pues nunca jamás había visto algo así.

Inuyasha dejo de correr y saltar, se agacho para que Towa pudiera bajarse de él y le explicó - en este lugar se encuentra la puerta para regresar a casa ¿estas... -

Interrumpiendo a la persona mayor con una gran determinación la niña responde - estoy lista -

- Towa; si me intentas traicionar te mato- con una mirada fría Inuyasha amanezo a su sobrina y entró a la cueva, asintiendo su cabeza la pequeña hanyo acepto aunque algo asustada y decepcionada " por un momento creí que nos llevábamos mejor " 😥

Entrando ambos a la cueva se sintió una presión tremenda, Towa intento aligerar el silencio incómodo con una pequeña charla. - ¿qué le habrá pasado a Hōsenki?

- no se despidió- contestó el hanyo cortante.

- bueno... eso ya lo se- una sonrisa falsa se dibujo en la cara de Towa. - ¿ por qué? -

- depronto no has visto que yo no soy el y ni me importa - responde él.

Enojada por su comentario Towa le réplica - sí sigues así de grosero tu hija no te va aceptar - después de decir esas duras palabras se tapó la boca con sus manos y volteó a mirar al hombre a su derecha que quedó petrificado. Intentado enmendar su error, pero el daño ya se hizo. Intentando disculparse dijo -Lo siento, no debí decir eso-

- Escucha niña solo salgamos de aquí ¿si? - dice con una voz triste y mirada hacia abajo el hanyo.

Después de casi 10 minutos de una larga caminata en silencio, se vio una puerta enorme rodeada de fuego.

Con voz serena Inuyasha señaló- esta es la puerta que conecta este lado con el otro, Towa usa tu poder para que podamos salir de aquí-

Con una sonrisa tierna, Towa asintió y se postró al frente de la gran puerta con colmillo sagrado, al mismo tiempo la perla que se encontraba en el ojo de Towa inicio a brillar con fulgor.

- Vengo de un mundo donde los padres son cariñosos con sus hijos y siempre hay luz incluso en las noches- sacando a colmillo sagrado de su funda la albina decía mirando la puerta - pero si queremos ver a los que amamos debemos salir de este lugar juntos, es por ello que sigo con mi promesa hacia ti y tu hija- la espada inicio a brillar, además el pelo y colmillos de la princesa mitad demonio empezó a crecer.

Por un momento Inuyasha sintió la determinación y la honestidad de las palabras de su sobrina, pero al ver ese descontrol de poder demoníaco que venía de ella grito con fuerza el nombre de la niña - TOWA -

- ABRETE SÉSAMO- la joven al grito con todas sus fuerzas, repentinamente la perla salió de su ojo y la luna creciente se formó en su frente.

- REACCIONA TOWA - grita el híbrido esperando llegar a la joven sin embargo quedó atónito al ver la figura de un enorme perro detrás de ella. " ¿este es el verdadero poder de la hija de Sesshomaru? " De repente se escucharon ruidos que procedían de la salida, el híbrido pudo observar con sorpresa como la puerta se abría. - TOWA, ya es hora; salgamos de aquí- solamente que al ver a su sobrina podía ver como se desvanecía el poder demoníaco y su pelo se teñía de pelo castaño. Con lágrimas en sus ojos y una voz quebrada Towa dijo - lo...sien...to - inesperadamente la niña perdió el conocimiento y al mismo tiempo la puerta inicio a cerrarse.

Inuyasha corrió hacia su sobrina y la cargo en su brazo izquierdo como si llevara un saco de papas, también agarro con su mano derecha a colmillo sagrado. A máxima velocidad el logro atravesar a tiempo para cuando la puerta cerró, para que no escaparán los guardianes intentaron atacarlos igualmente el mitad demonio era muy ágil y esquivo todos sus ataques. Con una sonrisa les dijo - Gonju y Mezu necesitaran más que eso para detenerme- finalmente el salió de la cueva y vio como las estatuas que protegían la puerta regresaran a acomodarse en su lugar.

Delicadamente puso a su sobrina en el suelo y observo si el lugar era seguro, sin embargo, no logro evitar el amanecer más hermoso y colorido que había visto después de un largo tiempo. Por ese motivo el mitad demonio se alegró con todas sus fuerzas por ver ese paisaje y ser golpeado por una brisa fresca. Después de tanto tiempo el al fin podía decir - Soy libre -

El legado de las tres princesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora