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Meses despues

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Meses despues...
En una oficina un joven omega se encontraba trabajando, meses atrás se había comprometido con Teru Minamoto y terminado públicamente su relación con Aoi Akane y aun que fue de una forma, algo humillante, le pareció que fue lo correcto, pues la chica también tenía las intenciones de lastimarlo a él...aun que ya sabia que eso pasaría, pues todo este tiempo ambos fingían su felicidad al lado del otro.
Ese día de trabajo para él era muy estresante, pues la familia Minamoto ahora estaba aliada con las empresas de su familia, tenía que poner orden de su parte para que no tuviera problemas con la familia Minamoto, pues aun que no lo demostraran, no estaban muy de acuerdo que él fuera esposo de su hijo, al menos los mayores, pues los hermanos de Teru lo recibieron de buena manera.
El chico seguía revisando los papeles con cuidado de saltar ningún detalle, conforme pasaba los papeles iba anotando algunos números o datos importantes de los ingresos que había y fue cuando en uno de los documentos notó algo muy extraño.

—¿Akane?

—voltea a ver al recién llegado— ¿Teru?

—llame a la puerta pero no respondías, ¿Estas ocupado?

—guarda los papeles en el cajón— no, revisaba los documentos de las empresas, ¿Algún proble-...

El chico no continuó, pues el alfa lo abrazó por la espalda, recargando su cabeza en el hombro de este y hundiendo su nariz en el cuello del contrario. Era cierto, desde que se casaron, no habían tenido tiempo para ellos y él ya le había prometido a su alfa tener una luna de miel, como regalo por el éxito de sus planes, pero con todo lo que tenía pendiente lo detenía y como siempre, el alfa venía con él para poder recordarle indirectamente que le debía su Luna de Miel.

—suspira— perdón, aun tengo...

—vengo por otra cosa

El alfa se separo y se sentó en el escritorio del pelirrojo para poder hablar con él directamente.

—¿Qué pasa?

—ni casados quitas ese tono frío

—ni con dieciocho años quitas ese tono tan ton-...

—bueno, bueno, bueno, soy tu alfa y me debes respeto

—....

—pone su dedo índice en la boca del contrario— mejor así, capas dices alguna barbaridad

El omega solo se quedó callado, pues el contrario tenía razón en ese punto, además ya quería saber lo que le pediría el mayor.

—¿No preguntaras que voy a decirte?

—toma su mano y la lleva a su mejilla— no hace falta, tienes mi atención

—acariciando con su pulgar la mejilla del contrario— compre una casa para los dos

....

Y ahí por los pasillos de la empresa iba caminando un furioso omega con pasos largos y rápidos, tras él iba el alfa riendo de forma tonta por la actitud del más bajo, sin duda ver sus reacciones de enojo sería su pasatiempo favorito. El pelirrojo ingreso a una sala de juntas vacía y despues el alfa quien cerro con seguro la puerta.

En la relación... Mando YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora