Era completamente todo un poema su rostro, estaba frente a la casa más grande que haya visto, entendía que el alfa quería una casa para ellos dos solos, pero esto era una exageración, tal vez el sentimiento de melancolía por su antigua casa lo estaba invadiendo, iba a dejar el hogar donde creció junto a sus padres, pero a la vez se formulaba en su cabeza, la idea de que mudarse sería lo mejor, así podría construir una nueva vida, una familia tal vez, algo que lo ayudara a dejar atrás aquellas caídas que sin duda era difíciles de superar con rapidez.
El alfa que se mantenía al lado de su omega, volteo a verlo, temía que la sorpresa de su nuevo hogar no le gustara, pues en todo el rato, el omega no había dicho nada y su rostro no era lo que esperaba, iba a decir algo hacía su pareja, cuando vio que este dio unos cuantos pasos. Lo siguió luego de unos segundos y busco el rostro del omega para ver su expresión.
—¿Aoi, te gusta?
El omega no dijo nada y tomo la mano del rubio, ambos caminaron juntos hasta la puerta de la casa, la cual, fue abierta por el omega, entraron juntos a la casa y cerraron tras ellos la puerta.
El pelirrojo se dio la vuelta y abrazo al alfa de forma inesperada, el cual no tardo mucho en corresponder aun que estaba un poco confundido por la acción del contrario. Pasó sus manos por la cintura del menor, apegándolo a él de forma sobreprotectora y coloco su rostro sobre el hombro de este, cerrando sus ojos e inhalando el aroma a fresas de este. El omega aferraba sus manos a la espalda del alfa, juntándose lo más posible, pues lo que ahora necesitaba, era la calidez que transmitía este. Si había algo que le gustaba mucho de su pareja, era aquel sentimiento de confianza que le trasmitía, pues aun con ser poco tiempo el que llevaban juntos, sentía que lo conocía de toda la vida, él ya no creía en las parejas destinadas, pero si era real este mito, deseaba que jamás terminara. De sus orbes rojizos resbalaban unas cuantas lagrimas traicioneras, nunca creyó que sería tan feliz al lado de un alfa, no es que fuera el típico omega que necesitara de uno y tampoco tenía la idea de que prefería no tener un alfa, nada de eso, él soñaba con un alfa que en vez de controlarlo y ordenarle, le apoyará e hiciera sentir seguro de si mismo.
El pelirrojo mantenía sus ojos cerrados aun derramando algunas lagrimas, sabia que el rubio ya se había dado cuenta de llanto y para no preocuparlo, habló lo que tanto había esperado por decirle.
—Ahora si es un hogar...
Las palabras dichas por el omega, hicieron que el alfa lo abrazara aun más contra él, lo levantó dando un giro y luego lo bajo besándolo profundamente, un beso que ambos atesorarían en su nuevo hogar. Poco a poco se fueron separando, juntaron sus frentes, riendo por lo que acababa de pasar.
—¿Porqué esa acción?
—ríe— no lo se, siempre lo había visto en las películas de Estados Unidos
—¿Y qué tal se sintió?—riendo—.
—horrible...solo me mareé, hasta que nos besamos y todo fue hermoso
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En la relación... Mando Yo
FanfictionEl omegaverse es una adaptación al mundo, particularmente destacada por su división en castas; que tienen impacto en la dinámica de la población mundial siendo divididos en alfas, betas y omegas. Desde tiempos pasados los alfas siempre han estado en...