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Frente a una gran residencia se encontraba un joven omega acompañado de sus padres, el chico les había contando de sus síntomas, por lo que sus padres comprendieron lo que sucedía y preferían arriesgarse que perder lo que más querían

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Frente a una gran residencia se encontraba un joven omega acompañado de sus padres, el chico les había contando de sus síntomas, por lo que sus padres comprendieron lo que sucedía y preferían arriesgarse que perder lo que más querían. El omega estaba asustado, ya conocía la residencia Minamoto esta no había sido su primera vez en este lugar, había venido con anterioridad junto a su padre, pues este buscaba una forma de juntar las acciones de los Minamoto con las de él, pero siempre terminaban en malos tratos, pues el señor Minamoto no confiaba en que un omega fuera heredero de un cargo tan importante, como lo era dirigir negocios, creía que un omega solo servía para satisfacer a los alfas, que eran débiles y poco inteligentes, eso le molestaba mucho al padre de Akane pero trataba de ocultarlo para poder hacer aquel trato, pero luego de los mismos rechazos y no poder hacer entender a aquel hombre sobre el concepto que un omega también puede hacer actividades como los alfas, decidió no volver a insistir y enfocarse en sus propias prioridades.

Akane aun recordaba con claridad como fue su primer encuentro con el padre de Teru; fue en una cena de negocios, la familia Minamoto, Aoi y una tal familia Nanamine, estaban presentes ese día, Teru y Akane tenía casi dos semanas de haberse visto luego de ese accidente, pero preferían no hablarse por pena y miedo a que los regañaran por su "descuido", esa noche Ao y Akane estaban juntos como de costumbre, los adultos hablaban entre ellos, los menores claro que preferían no meterse a las conversaciones y por eso estaban lejos de ahí, la chica beta estaba contándole a su compañero como había estado su día en la escuela, este ponía atención a cada palabra, por que, aun sabiendo quien era su pareja destinada, aun tenía sentimientos más fuertes por la beta. La chica estaba muy feliz hablando cuando noto algo a lo lejos y esa era la mirada de un chico rubio, ella estaba muy confundida por la mirada del chico, pues era la primera vez que lo veía, aun que eso le llenaba de curiosidad por que no todos los día un guapo alfa te ve de una forma tan intensa, la chica estaba muy atraída por aquel chico, era como un amor a primera vista y eso le emocionaba, el pelirrojo noto esto en su amiga y decidió indagar haber si descubría algo.

¿Estas bien Ao-chan? ¿Pareces preocupada?

—se sobresalta un poco— pe-perdón Akane-kun...

—ve de reojo al alfa— ¿Lo conoces?

—niega— no lo había visto, creo que es el hijo del señor Minamoto....—en un susurro— aun que me gustaría conocerlo

Esto ultimo creyó la chica que su amigo no lo había escuchado, pero el pelirrojo lo escucho muy claro, obvio no diría nada, pues quería saber que más sentía la chica.

—Ao-chan...¿Crees en las parejas destinadas?

—lo mira— ¿eh? No Akane-kun, eso ya no existe—suelta una risita—.

El chico suspiro por lo dicho de la de cabellos índigo y se retiro, excusándose que iría al tocador, la chica solo asintió y se quedo sentada esperando a que volviera. 

En la relación... Mando YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora