Al día siguiente Dazai quería llevarlo por la ciudad en una especie de "cita", aunque no sabía mucho de esto porque para él una "cita" era tener sexo con una mujer después de comer o beber gratis, pero Chuuya se negó.
-Nos pueden ver juntos.
-¿Y? Ya somos pareja ¿no?
-Aún no me lo has pedido -rió tiernamente-. Además, no quiero ver mujeres tras de ti y tener que escuchar...cosas- Su humor había cambiado por completo en menos de un segundo.
Dazai se arrodilló- ¿Quieres salir conmigo, hermosa princesa? -lo decía en modo de juego, pero la vez en serio.
El pequeño le dio un golpe en la cabeza antes de responder. - Ahh...si digo que no seguirás fastidiándome toda la tarde -suspiró-. Ok.
Chuuya debió usar la misma ropa que usó para ir al restaurante, ya que las de Dazai no era ni siquiera cerca de su talla. Este último recibió varios golpes por comentarios al respecto.
-Podríamos aprovechar de comprarte una camisa, pantalones y zapatillas -Ya no podía aguantar más las carcajadas-. Pero debemos ir a ver si están abiertas las tiendas de niñ...- Sintió una almohada golpearlo en la cabeza, pero no precisamente con el peso y la velocidad común.
Dazai pensaba darse vuelta y quejarse mirándolo a los ojos, pero cuando volteó, el mafioso levitaba alrededor de 10 objetos, listos para lanzar.
Su cita fue discreta hasta que venían de vuelta. Jennie se encontraba en la plaza frente a la calle y, al parecer, venía directo hacia ellos. Chuuya miró furioso a Dazai, pero este solo veía hacia delante simulando no escuchar los "Dazai, cariño". Justo antes de que ella cruzara, el mujeriego tomó de la mano a su cita, sorprendiendo a ambos.
-¿Qué haces? Van a pensar mal -. El hombre de cabello anaranjado estaba impresionado y nervioso.
-¿Qué pueden pensar? ¿Qué estoy saliendo contigo? -Lo miró buscando esos lindos ojos celestes- ¿Acaso eso no es verdad?
Chuuya iba a abrir la boca, pero contempló a su alrededor y solo sonrió feliz. Por desgracia para Jennie, tuvo que ver todo eso desde el frente. No quería creerlo.
Esa noche ambos cedieron a la lujuria, aunque esta vez parecían una pareja de casados en luna de miel, tranquilos y felices. Durmieron más temprano que el día anterior, solo que esta vez al despertar, Dazai no vio a Chuuya a su lado. Buscó por toda la habitación, tenía su celular apagado y no había dejado ninguna nota. Agarró su teléfono, solo había una cosa que podía hacer.
-Aló -Contestó Akutagawa.
-¿Sabes dónde está Chuuya?
-Mmm...Ya se fue.
Dazai colgó. No podía creer que después de todo, había adelantado su vuelo.
-¡¡MIERD4!! -Pateó una silla- ¡¡POR QUÉ HICISTE ESTO!! -. La siguió pateando- ¡¿FUE UNA PUT4 MENTIRA?! -. Pasó el brazo por encima de la mesa botando todo al piso-. ¿FUE ACASO UNA MALDITA VENGANZA?
Solo había una forma de saberlo: preguntándole directamente.
Llamó de nuevo a Akutagawa camino al aeropuerto "vuelo 511 a Tokio". Después de eso Chuuya debería tomar otro vuelo a Yokohama, pero desde allí en un jet privado de la PM. Debía llegar antes que eso ocurriera.
Dazai había averiguado cada detalle para calcular el tiempo que tenía: 40 minutos.
-Kate, qué bueno que estás tú acá -Era la subgerenta del aeropuerto. Obviamente Dazai ya la conocía muy bien, por lo que era mucho más fácil de manipular-. Necesito las llaves del Falcon 7X.
-Pero... -Ella estaba dudosa. Debía persuadirla rápido.
-Hermosa, tú me dijiste que podía contar contigo para lo que fuera –Su tono de voz se escuchaba exageradamente triste-. Por favor, tengo que ver a mi primo antes de que muera -. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Merecía un Oscar-. Te lo traeré de vuelta esta noche.
-Está bien, pero no llores -. Fue a buscar las llaves. Le había creído todo.
-Gracias, amor -. Le dio un beso en la mejilla y salió corriendo en dirección al avión lujoso, secándose las falsas lágrimas orgullosamente.
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Vacaciones Forzadas
FanfictionFiesta, alcohol, amigos y juegos ¿qué podría salir mal? Bueno...quizás Chuuya sepa la respuesta.