Mi Lindo Bebito [Yoonmin] {Omegaverse} (COMPLETA)

[<Disculpas y nuevos comienzos>] (+18)

Al llegar a la gran casa del mayor ambos dejaron sus cosas y fueron a la cocina. Taehyung guiaba a Jungkook mientras que este miraba todo con asombro.

-¿Y tus padres de qué trabajan?...- preguntó Jungkook.

-mi padre es empresario, mi mamá no trabaja desde que se casó con él- respondió tranquilo. -¿Quieres agua?-

Jungkook asintió. -¿Tu abuela vive con ustedes?-

-de echo sí, pero es su hora de la siesta- sacó las cosas. -puedes sentarte allí- indicó un asiento en la isla de la cocina.

Jungkook sintió y se sentó, pero no podía dejar de ver al mayor cocinar. Siempre lo había visto desde lejos, por los pasillos o el patio, pero a lo lejos. Ahora que lo tenía de cerca podía apreciar aún más sus bellos rasgos. Sus ojos profundos, su doble párpado, sus cejas perfectamente "aseadas", sus pómulos y cachetes que parecían ser muy apretujables, su cabello que caía finalmente sobre su frente, sus orejas sin perforación alguna, su bella nariz, su mentón, y finalmente sus labios, sus gruesos y apetitosos labios. Siendo franco, era el alfa más hermoso que había visto en su vida, y por alguna razón su lobo también lo creía.

-¿Tengo algo en el rostro?- preguntó el mayor, haciendo enrojecer a Jungkook.

-n-no- respondió sin pensar.

Taehyung sonrió y, mierda, esa sonrisa. Era bellísima y particular, única en el mundo, y ahora Jungkook deseaba ser el orígen de ellas.

No. Eso no. Él era alfa. Ambos eran alfas. Cada uno debía estár con su omega, no con otro alfa, ¿Qué rayos se le pasaba por la cabeza?

¡Tin!

Los pastelitos estaban listos. Taehyung los sacó del horno y los dejó en la mesada para que se enfriaran.

-según la receta esto tardará unos 40 minutos en enfriarse... ¿Quieres ver una peli? Tengo televisión en mi cuarto-

-claro- ¡No! ¡¿En qué rayos pensaba?!.

-es por aquí- le sonrió indicándole escaleras arriba.

Ya había aceptado, ya no había marcha atrás.

💗

En la noche, Jimin estaba en su cama. Extrañaba a su alfa, pero a la vez no quería verlo. ¿Por qué era tan difícil?.

Desde que llegó apenas había comido una manzana, solamente para no preocupar tanto a sus mayores.

No se sentía con ánimos de nada y su lobo tampoco. Le habían propuesto ir al cine, al parque, por helados, golosinas, de todo, pero él no quería nada.

Sonó el timbre, supuso que era la pizza que ambos mayores habían pedido, por lo que no le prestó mucha atención. Tomó su libro para colorear y comenzó a usar sus colores, aunque le aburría al menos hacía algo, o por lo menos eso era lo que pasaba por su mente.

Cuando sintió tres golpecitos en la puerta habló con su voz algo apagada. -pase- avisó.

Entonces cierto pálido pelinegro entró con flores, chocolates y un osito de peluche que sostenía un corazón donde decía "lo siento" y traía una cartita.

Jimin lo miró algo sorprendido y no pudo evitar que un pequeño sentimiento de miedo apareciera en él.

-lo siento Mochi... No quise gritarte ni usar mi voz de mando contigo... Ni siquiera estoy molesto contigo...- el menor lo escuchaba atentamente. -es solo que... Soy tu alfa y quiero cuidarte... Quiero que tengas la confianza para decirme que alguien o algo te molesta o hace daño... Creo que solo estaba molesto conmigo mismo por no poderte cuidar... Pero aún así no es razón ni justificación para hacerte eso y lo siento...-