Sin destino

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Cuando Shinobu llegó a tu habitación escuchando el alboroto, visualizo en tu cama el uniforme de cazador y una hoja bien doblada con su nombre sobre ella.

La de mechas moradas comenzó a desdoblarla:

<<Querida amiga Shinobu, lamento irme así sin más, lamento dejarte atrás y a los demás.

La razón por la cual dejo este hogar es la siguiente: no puedo permanecer más en estás cuatro paredes, todo me recuerda a él, ni siquiera puedo salir al jardín porque el viento susurra cada hermosa palabra que me decía aquí, no puedo tan siquiera seguir luchando por está causa ya que me han arrebatado todo en la vida, mis padres, mi hermana mayor y ahora al amor de mi vida.

Por favor no le digas al pequeño Senjuro que me he marchado, dile una pequeña mentira, que estoy en una misión y tardaré en regresar.

Lamento no poder despedirme de él como se debe ni siquiera poder decir que lo lamento, que llegue demasiado tarde, que no pude ayudar a su hermano, hubiera preferido morir yo. Por favor infórmale a aquellos tres que no digan ninguna palabra sobre mi partida al ya antes mencionado y que por favor recuerden las últimas palabras de Kyojuro.

No debes de que preocuparte, en mi camino si puedo matar alguno que otro demonio lo haré, no dejaré que más gente sufra.

No puedo decirte hacía donde voy porque ni yo misma sé, lo único que te puedo decir y que ya habrás sabido es que busco, tal vez ahora no piense con cabeza fría pero ya he pasado demasiado y ya no sé ni a quien pueda importarle mi partida, claro está que a ti si, a las pequeñas también, y a aquellos tres.

Por favor perdóname por lo que haré, vive feliz Shinobu y no dejas que nadie más muera. ¿Puedes pedirle a alguien que deje flores en la tumba de Kyojuro? Estaré muy agradecida.

Te quiero Shinobu, gracias por ser mi mejor amiga.>>

Al leer esto las lágrimas de Shinobu corrieron por sus mejillas.

Aviso a todos antes de retirarse y como primera obligación antes de ir a la siguiente misión puso algunas flores de cerezo sobre la tumba de Rengoku.

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Habías no caminado mucho hasta que encontraste el primer pueblo, no iba a ser sencillo encontrar a Akaza, habías memorizado desde la muerte de tus padres el aura que despedía y ahora como un cazador perseguidas tenues rastros de su olor y su presencia.

Entraste al primer bar que viste. Parecía de mala muerte, un lugar en el que los más desgraciados iban a morir o a buscar cualquier excusa para pelearse.

Haru tu fiel acompañante iba contigo.

Después de lo que sucedió él te contó lo que había pasado, ibas corriendo hacia las vías cuando te desmayaste, fue el excesivo uso de tu respiración y el mal descanso el actual te derrumbó, quedaste desmayada a unos metros de llegar, todo lo que habías visto era un despliegue de tu alma viendo a través de los ojos de tu amado.

Cada que lo recordabas, ese momento de debilidad que te tumbó, tus lágrimas corrían.

Tomaste una cerveza y saliste del lugar.

Tu camino continúo. Llevabas aquellas ropas con las que Tomioka te había llevado a la sede, pero ahora todo en ti era diferente incluso tu mano derecha era diferente, en tu dedo anular llevabas algo brillante, color plata.

Haru antes de partir tras de ustedes después de que se llevarán el cuerpo de Rengoku, se percató de algo en el suelo, era muy brillante, se acercó y con su pico lo levanto llevándolo en sus garras después; este era un anillo en el cual dentro se podían leer las palabras mi lindo cerezo. Kyojuro planeaba después de aquella misión pedirte ser su esposa, lo había guardado en su bolsillo todo este tiempo y durante su muerte el anillo por fin se resbaló y cayó a la tierra.

El pilar más poderoso (Rengoku x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora